¿Juega Ucrania a convertirse en el patito feo de la Unión Europea?

Una cosa es predicar y otra dar trigo, dice el refrán. En Bruselas se desviven en alabanzas hacia Ucrania, pero la cosa cambia mucho cuando se trata de recaudar y poner aranceles a sus exportaciones para proteger la producción propia.

La Comisión Europea ha reintroducido los aranceles sobre las exportaciones ucranianas de huevos, avena y azúcar. Es exactamente lo mismo que han hecho recientemente con los vehículos eléctricos de fabricación china. ¿También hacen dumping los huevos ucranianos?

La medida marca el fin de una exención temporal establecida tras el inicio de la guerra contra Rusia. La medida, que entrará en vigor en junio del año que viene, responde a la creciente presión de los agricultores europeos, descontentos con las importaciones procedentes de Ucrania.

En 2022 la Unión Europea abrió sus fronteras a los productos agrícolas ucranianos para ayudar al gobierno de Kiev. Ante el bloqueo del Mar Negro, Ucrania reorientó sus exportaciones hacia el mercado europeo, convirtiéndose rápidamente en un importante proveedor. El año pasado representó el 7 por cien de las importaciones agroalimentarias de la Unión Europea, ubicándose detrás de Brasil y Reino Unido.

Esta afluencia de productos ucranianos particularmente competitivos ha provocado un aumento de las tensiones entre los agricultores europeos, que están en pie de guerra con Bruselas a causa de las políticas monopolistas. La Comisión Europea ha reaccionado reintroduciendo los aranceles para determinados productos. Para la avena, el azúcar y los huevos, se impondrán derechos de aduana tan pronto como las exportaciones ucranianas superen los niveles medios anuales observados entre mediados de 2021 y finales de 2023.

La aplicación de estas medidas se desencadenó en junio para la avena y en julio para los huevos y el azúcar, después de que sus exportaciones superaran las cuotas anuales. En 2022 Ucrania exportó 7.000 toneladas de avena a todo el mundo, cifra que aumentó hasta 11.173 toneladas entre julio de 2023 y mayo de 2024, incluyendo destinos como India, Irak y Turquía, además de la Unión Europea.

Las organizaciones agrarias europeas han expresado su preocupación por la eficacia de estas medidas para limitar las importaciones ucranianas. Destacan el diferencial de costos de producción entre Ucrania y la Unión Europea, que podría seguir favoreciendo las importaciones de bajo costo a pesar de los nuevos aranceles aduaneros.

La reintroducción de derechos de aduana sobre ciertos productos ucranianos por parte de la Unión Europea demuestra que Bruselas no tiene una política económica a largo plazo dirigida hacia el campo, ni tampoco hacia Ucrania. Es puro oportunismo político. Lo que establecen hoy se puede cambiar mañana.

Por su parte, en Kiev están tan desespeados por ingresar en la Unión Europea que firmarían cualquier acuerdo económico que les permitiera incorporarse.

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies

Descubre más desde mpr21

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo