También se plantearían problemas si el gobierno alemán tuviera que aprobar un programa europeo de ayuda para Italia porque sería un fardo para los contribuyentes alemanes, que “no conocen su alcance ni lo pueden controlar”.
Para un programa de rescate a Italia, el Banco Central Europeo ha anunciado la compra ilimitada de obligaciones del Estado. Tras el Banco Central Europeo, los contribuyentes están vinculados a los bancos de emisión nacionales. “En esas condiciones, en principio, el Bundestag no podría estar de acuerdo con el BCE”.
Incluso sin la salida de Italia, el economista alemán ve el desarrollo de Europa de manera pesimista: “La Unión Europea deriva de manera cada vez más separada”.
A comienzos de diciembre, el gobierno de Mateo Renzi perdió un referéndum para aprobar una reforma constitucional que obligó a Renzi a dimitir. Pocos días después, el nuevo gobierno aprobó un plan de urgencia para el rescate del banco MPS.
En cuanto Renzi anunció su renuncia el euro la Unión Europea padeció una ataque de pánico y el euro se desplomó hasta un 1,3 por ciento frente al dólar.
El partido 5 Estrellas, dirigido por el cómico Beppe Grillo, que acapara a la cuarta parte del electorado, plantea la posibilidad de un segundo referéndum para que Italia abandone el euro.
Desde julio de 2012 se publica mensualmente el índice Sentix Euro Breakup, a través de una encuesta realizada a más de mil especuladores para medir la probabilidad de que un país abandone la zona euro a un año vista. Por primera vez, el país que tiene mayores probabilidades de salir del euro dentro de un año es Italia.
Grecia ha dejado de dominar la actualidad económica de la zona euro. La probabilidad de que salga Grecia del euro ha caído hasta al 8,48%, lo que supone el nivel más bajo desde el año 2014, mientras que la probabilidad de salida de Italia ha escalado hasta el 9,88%.
Italia está muy lejos de haber superado sus problemas. Su economía se ha estancado y su sistema bancario italiano está infestado de una elevada morosidad que equivale al 18% de sus préstamos (360.000 millones de euros), con una deuda pública que ha escalado al 132% de su PIB.