“Nadie previno la posibilidad de una intervención militar de Rusia en la región, ni la calidad de sus armamentos. Todo esto nos inquieta al más alto grado”, aseguraba ante las cámaras un alto oficial del ejército israelí que aparecía cubierto.
“Tanto la marina como la aviación rusa disponen de un vasto campo de maniobras y acciones a través de toda la región, sin encontrar ninguna resistencia. En el momento actual, el menor movimiento de los aviones y las embarcaciones israelíes es detectada y vigilada por Rusia. Ni un solo vuelo despega sin que los radares rusos lo detecten: no hay ningún medio de escapar a la vigilancia rusa. Ellos [los rusos] recogen nuestras informaciones y sus aparatos de escucha están presentes por todas partes”, afirma el militar israelí.
Más adelante añade: “Es verdad que Netanyahu viajó a Moscú y que ha discutido con Putin los riesgos que hay que evitar. Pero es igualmente cierto que Israel ha perdido su supremacía aérea en la región y no se puede descartar un choque aéreo con Rusia”.
A los militares israelíes también les inquieta el despliegue de baterías de misiles S-300 y S-400 en Siria y las advertencias rusas sobre las incursiones aéreas israelíes contra las posiciones del Ejército regular sirio.