Israel quiere un Estado kurdo independiente de Irak

Massud Barzani, presidente kurdo
Fehim Tastekin

Para los buques cisterna que cargan el petróleo kurdo en la terminal turca de Ceyhan, como se acordó en el contrato a 50 años que Turquía ha firmado con Erbil [la capital del Gobierno Autónomo de Kurdistán irakí], no fue sorprendente anclar en el puerto israelí de Ashkelon. Ni tampoco fue una sorpresa la primera respuesta positiva al presidente del Gobierno Regional de Kurdistán, Massud Barzani, que declaró a la CNN que “Irak se está hundiendo claramente. Es la hora de decidir el futuro del Kurdistán”, llegase de Israel.

La impresión dominante es que un Kurdistán independiente, que se afianzaría más cuanto más se desintegre Irak, operaría bajo la protección de Turquía, de Israel y de Estados Unidos. Pese a que los “neocons” norteamericanos están encantados con la perspectiva de un Estado kurdo, que sería una “aliado natural” de Israel, el presidente Obama se muestra cauteloso respecto a una nueva aventura militar en el Medio Oriente.

Pese a que por el momento Kurdistán es una isla de estabilidad, una declaración de independencia en donde existen 16 puntos de conflictos potenciales con árabes y turcos pudiera fácilmente encender la violencia en la región. Cuando existe un serio peligro de presencia del Estado Islámico de Irak y Al-Sham, provocar un nuevo caos que arrastraría a árabes y turcos superaría la capacidad de Estados Unidos. Es la causa de que, para Obama, la prioridad es establecer un gobierno de coalición que mantenga a Irak unido.

Es cierto que Ankara, con sus inversiones en el Kurdistán iraquí y sus acuerdos petrolíferos, estrechó las manos de los kurdos, en contra de Bagdad. Pero esta relación, que asumió dimensiones estratégicas, obliga a los kurdos a consultar con Ankara antes de dar ningún paso. Ashti Hawrami, ministro de Recursos Naturales del Gobierno Regional del Kurdistán, declaró a Cansu Camlibel, del diario “Hurriyet” que Ankara está totalmente informada de los pasos que se dan.

En su discurso oficial, Ankara favorecerá la integridad territorial de Irak, pero la impresión que dió era que en el caso de que  Irak se partiera, Ankara dejaría una puerta abierta para la independencia kurda. Turquía no quiere enredarse en la confusión irakí sin resolver su cuestión kurda previamente. La legislación recientemente introducida, que legaliza las negociaciones con el PKK, refleja la ansiedad que Ankara siente ante el potencial impacto de un Estado kurdo en el proceso de paz en Turquía.

Las reacciones de Irán, otro país en la zona que tiene sus propias dificultades con los kurdos, pese a que no se han expresado abiertamente, son similares a los de Turquía, Irán, que ha construido buenas relaciones con el Gobierno Regional kurdo y especialmente con su ala Kurdistán Patriótico [el grupo de Talabani], da prioridad a preservar los avances que hizo en Kurdistán. Irán mantiene el tema kurdo separado de los demás temas de Irak.

Hay que destacar que los kurdos, que a  veces se quejan de la “actitud condescendiente” de Turquía, consideran que Irán desarrolla unas relaciones más igualitarias con ellos. Debe existir alguna razón por la que el primer ministro del Gobierno Regional, Mechirvan Barzani fuera directamente a Teherán después de que las fuerzas peshmergas tomasen el control de Kirkuk el 16 de junio [de 2014].

La alianza secreta que rompió el silencio

El apoyo de Israel a la larga y justificada lucha de los kurdos no es ningún secreto. Israel, dejando aparte a Egipto y Jordania, que han reconocido el Estado judío, siempre ha buscado aliados para reforzar su legitimidad en el mundo musulmán que contrarreste el asedio árabe. Por ejemplo, después de Turquía fue Azerbaián quién llenó el vacío, y de ahí la importancia de los kurdos.

Además, Israel siempre ha tenido estrechos lazos con los kurdos. Los Barzani, tío y sobrino, tienen estrechos vínculos con los judíos kurdos de Barzan y Acre. Según un estudio del año 2008 del investigador Selin Bolme para SETA (Fundación para la Investigación Política, Económica y Social de Turquía), los kurdos les prestaron ayuda durante la emigración de los judíos hacia Israel durante su establecimiento, y también tras la guerra de 1967. Estas relaciones, más la presencia de 150.000 judíos kurdos en Israel, contribuyen a profundizar sus lazos.

Cuando los kurdos se rebelaron contra la política de arabización del Baath, Molla Barzani, padre de Massud Barzani, tuvo su primer contacto con Israel, en 1963. Tras el encuentro, organizado por el servicio iraní de inteligencia, el SAVAK, los servicios israelíes del Mossad proporcionaron armas, dinero e apoyo de inteligencia a los kurdos. El representante kurdo para Europa, Kamuran Ali Bedirhan, fue la persona clave para estos contactos, tras un encuentro previo con el entonces ministro de Defensa Shimon Peres. Los medios israelíes han reproducido frecuentemente fotografías del año 1967 de Molla Barzani con el entonces Ministro de Defensa Moshe Dayan. Molla Mustafa Barzani realizó una segunda visita a Israel en 1973.

Ojos y oídos para Israel en  Irak, Irán y Siria

Las relaciones, que se mantuvieron ocultas para proteger a los kurdos, fueron reveladas en 1980 por el primer ministro Menahem Begin. La prensa israelí escribió que Massud Barzani y Jala Talabani se habían reunido con el antiguo primer ministro Ariel Sharon en 2004. Mientras el acuerdo de 1970 entre los kurdos y Bagdad respecto a la autonomía no pudo efectuarse a causa del bloqueo de Kirkuk, Israel estaba muy ocupado contribuyendo significativamente al desarrollo de elementos autónomos en el Kurdistán.

Según Eliezer Tsafrir, el antiguo jefe de estación del Mossad en el Kurdistán, los consejeros israelíes entrenaron a combatientes kurdos entre 1963 y 1975. Esto explica porqué se cree que el Mossad está tras el sabotaje contra la refinería de Kirkuk. En 1991, durante la operación Tormenta del Desierto, Israel proporcionó asistencia a los kurdos a través de Turquía, y el entonces primer ministro Yitzhak Shamir pidió a Estados Unidos protección para los kurdos. Según el periodista norteamericano Seymour Hersh, tras la ocupación estadounidense de 2003, centenares de agentes israelíes entrenaron a las fuerzas peshmergas. Según relató un funcionario israelí a Hersh, el Kurdistán irakí era los ojos y los oídos de Israel en Irak, en Irán y en Siria. En 2006, la BBC difundió que agentes de entrenamiento en armamento israelíes estaban con los kurdos. Ese mismo año, durante una visita a Kuwait, Massud Barzani dijo que “no es un crimen establecer lazos con Israel. Si Bagdad establece relaciones diplomáticas con Israel, podrán abrir un consulado en Erbil”.

Mientras los kurdos guardan silencio sobre sus relaciones con Israel, éste mantiene también una política de ocultación, porque no quiere que interfiera en sus relaciones con Turquía. Cuando las relaciones entre Turquía e Israel se deterioraron y las relaciones entre Turquía y los kurdos fueron más allá de las expectativas, el motivo para el silencio de Israel también cambió. El funcionario de Defensa israelí Amos Gilad declaró la semana pasada que “nuestro silencio es la mejor forma. Comentarios innecesarios solo pueden molestar a los kurdos”. El antiguo miembro del Mossad Tsafrir declaró a Reuters que la parte kurda quería que las relaciones siguieran siendo secretas.

Israel está dispuesto. Estados Unidos prefieren esperar

Con unas relaciones tan estrechas, no debiera ser sorprendente que los buques cisterna que cargan petróleo kurdo en la terminar turca de Ceyhan descarguen sus depósitos en Ashkelon. Ni tampoco que Israel sea el primer país en apoyar un Kurdistán independiente, después de que Massud Barzani declarara a la CNN que “Irak se está hundiendo claramente. Es hora de decidir el futuro de Kurdistán”.

El presidente saliente Shimon Peres que estaba en Washington el 25 de junio [de 2014] antes de traspasar el cargo a Reuven Rivlin, dijo al presidente Obama que Irak no podía mantenerse unido con intervenciones extranjeras intensivas, y pidió apoyo a la independencia kurda, diciendo que “los kurdos han creado en la práctica su propio Estado democrático”. Al día siguiente, el ministro de Exteriores israelí Avigdor Liberman dijo al secretario de Estado John Kerry en París que “el establecimiento de un Estado independiente kurdo era probablemente inevitable”.

Netanyahu siguió sus declaraciones previas indicando que “tenemos que apoyar las aspiraciones de independencia de los kurdos”.

Un aspecto llamativo de los comentarios de Peres es que también Turquía daba la impresión de aceptar un nuevo status para los kurdos. Huseyin Celik, secretario del dirigente Partido para la Justicia y el Progreso, defendió las declaraciones de Peres cuando el 27 de junio [de 2014] declaró al “Financial Times”: “En el pasado, el tema de un Estado kurdo independiente se consideraba ser causa de guerra. Incluso la palabra ‘Kurdistán’ era suficiente para poner a la gente nerviosa. Pero su nombre es ese, Kurdistán. Si Irak se divide -y eso parece inevitable- ellos son nuestros hermanos”.

La conclusión de todo ello es que Israel está más que dispuesto para un Kurdistán independiente, mientras que Estados Unidos y Turquía quieren que esa independencia se retrase hasta que la opción de un Irak unido desaparezca.

Fuente: http://www.al-monitor.com/pulse/politics/2014/07/iraq-crisis-israel-welcome-kurdish-state-us-turkey.html

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies

Descubre más desde mpr21

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo