Los científicos trabajaban en el centro de investigaciones nucleares de Barzeh en condiciones de absoluta discreción, por lo que sólo un servicio de espionaje ha podido obtener información sobre sus movimientos.
No es la primera vez que los dirigentes y científicos sirios son el blanco de ataques terroristas. El Frente al-Nosra es un instrumento en manos del Mossad desde hace mucho tiempo. Los terroristas se benefician de la ayuda logística de Israel para organizar asesinatos y secuestros. Con la ayuda del Mossad, fueron capaces de identificar y asesinar a los mejores pilotos del ejército de Siria, adiestrados para volar en los aviones más avanzados del ejército. También han atacado los centros de estudio e investigación científica de Siria.
Desde el comienzo de la crisis, el ejército y las fuerzas de seguridad de Siria han detenido a muchos miembros del Frente Al-Nosra, algunos de los cuales iban equipados con los sistemas más modernos de comunicaciones, observación y captura de imágenes. Estos dispositivos funcionan conectados a los satélites. Los servicios de inteligencia rusos y chinos han confirmado los informes de los sirios, que encontraron pruebas de que Estados unidos e Israel están directamente relacionados con estos crímenes.
Fuentes iraníes (*) imputan al general estadounidense Richard Cliffeland de la coordinación de este tipo de operaciones. El rastro de su equipo, que trabaja para la CIA, se ha descubierto varias veces en los asuntos relacionados con el entrenamiento de terroristas para llevar a cabo acciones selectivas contra de Siria. Para infiltrarse en el interior del país, los terroristas cruzan la frontera con Jordania, o pasan por los altos del Golán, ocupados por Israel.
El Mossad ha creado centros de operaciones y campos de entrenamiento en Jordania, Turquía y el Kurdistán iraquí para ayudarles. La capacitación la proporcionan las fuerzas israelíes Maglan, especializadas en ataques contra aeropuertos, y una unidad del ejército israelí se especializa en ataques y asesinatos selectivos.
Pero la ayuda del régimen sionista al Frente Al-Nosra no se limita a la formación. En muchos casos acompañan a los comandos dentro del territorio sirio, y han desempeñado un papel directo en los atentados y asesinatos cometidos por los ellos. La presencia de agentes israelíes es especialmente necesaria en las operaciones que el Frente Al-Nosra ejecuta contra las bases militares y centros de investigación y estudios científicos. Los servicios de inteligencia sirios han identificado varios supuestos de esta cooperación en Homs, Daraa, Ghoutta oriental y Al-Ghalamoun.
Los operativos del Frente Al-Nosra en los que asesinaron a los pilotos de la aviación siria fueron un ejemplo evidente de la connivencia entre el régimen sionista y los terroristas. Estas operaciones fueron organizadas en 2011 y costaron la vida de seis pilotos, técnicos y oficiales del ejército del aire. De hecho, fue con los ataques contra el personal de la fuerza aérea soria, como se hizo famoso el Frente Al-Nosra. Los agentes israelíes colaboraron con ellos. Más tarde, ayudados por agentes del Mossad, los terroristas asesinaron el general Abdallah Al-Khaledi y secuestraron y decapitaron a otros pilotos de las fuerzas aéreas de Siria.
La siguiente víctima de estas operaciones orquestadas por el régimen sionista fue el general Nabil Zaghib, responsable del programa balístico de Siria. En Alepo, los terroristas asesinaron al doctor Samir Roqaya, ingeniero aeronáutico. En 2012 el Frente Al-Nosra le secuestró y torturó hasta la muerte. Luego publicó un vídeo en el que mostraba su cuerpo, con señales de tortura. Con la ayuda del Mossad, el Frente Al-Nosra también atacó bases militares, instalaciones de radar y las defensas antiaéreas del país, como el centro de la DCA siria en Borj al-Sultan, y en otras regiones del país, así como en Ghoutta oriental o en Daraa.
El régimen de Tel Aviv es el máximo beneficiario de las acciones de Al-Nosra. El 14 de enero el diario israelí Yediot Aharonot publicó un artículo que confirma la complicidad entre los terroristas y el Mossad: «No es necesario ser un experto en inteligencia para saber que las operaciones de asesinato y sabotaje fueron llevados a cabo por individuos que están bien entrenados y altamente equipados. Estas operaciones también han logrado los objetivos comunes de los servicios secretos de varios países cuyos intereses están relacionados con los acontecimientos en Siria».