Hace cuatro meses la empresa tenía 3.800 trabajadores en plantilla, dentro de un monopolio con siete secciones: Grupo Isolux Corsán, Corsán-Corviam Construcción, Isolux Ingeniería, GIC Concesiones, Isolux Corsán Servicios, Isolux Corsán Inmobiliaria e Isolux Energy Investments.
El número de despedidos podría verse reducido si el administrador concursal acepta alguna de las ofertas recibidas por distintos activos de Isolux, que incluyen la subrogación de una parte de la plantilla. La comisión negociadora del Expediente de Regulación de Empleo se constituirá en un plazo de quince días, el 28 de noviembre.
Los trabajadores tratarán de obtener las mejores condiciones posibles, tanto en lo relativo a la indemnización por despido como a las garantías de cobro.
El administrador concursal aún no ha tomado una decisión sobre las ofertas recibidas, una de ellas presentada por directivos de la propia Isolux. Esa es, precisamente, la oferta que permitiría salvar a mayor número de trabajadores, ya que contempla la subrogación de 106 trabajadores, 88 en España y 18 expatriados.
Otras dos ofertas prevén la subrogación de hasta 70 trabajadores, en un caso, y de 30, en el otro. El administrador concursal no ha dado detalles de la oferta restante por las dudas sobre su solvencia.
Bajo la capitanía del fascista Nemesio Fernández-Cuesta, Isolux presentó en marzo el concurso de acreedores porque la empresa tiene una deuda gigantesca de más de 1.600 millones de euros con la banca.
Desde entonces la empresa está en manos de los bancos acreedores, que ya controlaban de hecho el capital de la empresa.