Estados Unidos se prepara para enviar a 300 mercenarios a Ucrania para luchar contra las milicias populares que en el este del país se oponen al golpe de Estado fascista del año pasado.
Un documento publicado en la página web de contratación pública «Federal Business Opportunities» anuncia el contrato con una empresa de mercenarios para “proporcionar todos los equipos, vehículos, y militares necesarios para el transporte terrestre” y la logística de las tropas.
Los mercenarios estadounidenses llegarán al aeropuerto internacional de Leópolis y serán trasladados al Centro en marzo, agosto y octubre en autobuses especiales.
Está previsto que los mercenarios permanezcan entre el 5 de marzo y el 31 de octubre de este año en Ucrania para una supuesta misión de «entrenamiento» en operaciones de guerra, incluidas las técnicas para neutralizar artillería pesada de los milicianos en el este del país europeo.
Estados Unidos ha proporcionado a Kiev apoyo económico y militar desde el inicio de las operaciones militares contra los antifascistas en el este de Ucrania (en las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk).
Lo mismo que en la guerra de Vietnam, Estados Unidos justifica su intervención militar sobre el terreno con un supuesto «entrenamiento» de las tropas ucranianas, es decir, que se trataría «sólo» de asesores.
Junto a los mercenarios de Estados Unidos también está prevista la llegada de fuerzas especiales británicas que el gobierno de Londres ha justificado con la misma excusa del «entrenamiento».