El 18 de mayo las manifestaciones han vuelto a saltar a las calles para expresar su oposición a los planes de instalación de materiales de la alianza sobre suelo eslovaco.
La OTAN no cuenta con las simpatías de la población. Más de 150.000 personas han firmado una petición para que se convoque un reférendum de retirada del bloque militar imperialista.
La iniciatova ha partido por la oposición anti-OTAN y anti-Unión Europea y Kotleba, el partido popular Nuestra Eslovaquia. La petición necesita ser avalada por 350.000 firmas para que se pueda tramitar.
A Eslovaquía la metieron en la OTAN en 2004, sin referéndum, cogiendo al país por las orejas. Pero todos los sondeos muestran una fuerte oposición a la integración. Por ejemplo, en 2016 según Globsec casi la mitad de la población (el 47 por ciento) defendía la neutralidad.
No menos del 59 por ciento de los eslovacos valoran negativamente el papel de Estados Unidos en Europa y en el mundo, dice el diario local Sita, que menciona el referido sondeo de opinión.
El 60 por ciento de ellos creen que Estados Unidos utiliza a la OTAN para controlar a los países pequeños y no aceptan la instalación de bases ni ningún tipo de instalaciones militares sobre su suelo el 56 por ciento de los checos, el 55 por ciento de los eslovacos y el 34 por ciento de los húngaros.
Eslovaquia podría ser uno de los primeros países en abandonar la OTAN en los años próximos.