A principios de mes, se abrieron camino en en la zona tras un acuerdo de retirada con “Soldados de Levante”, una de las milicias locales de Al-Qaeda y no tuvieron tiempo de asegurar los barrios.
El Califato Islámico aprovechó el vacío para lanzar un ataque con coches bomba y armas pesadas y medianas. Después de una semana de violentos enfrentamientos, el jueves de la semana pasado logró el control de la calle Haifa, cercana al campamento palestino de Yarmouk.
Luego ha logrado establecerse también en los barrios Malión y Mashou, junto a la Calle 15 y la zona de la mezquita Waseem.
Los miembros del Califato Islámico se infiltraron en la zona desde el barrio vecina de Hayar Al-Asuad, donde están presentes desde hace años, que está próximo al campo de refugiados palestinos de Al Yarmuk, que controlan parcialmente.
En el ataque han caído casi 100 combatientes del ejército regular.
Medios de la oposición informan de la incorporación en las filas del Califato Islámico de figuras como el iraquí Abu Ahmed y otros tres cabecillas de nacionalidades argelina, marroquí y tunecina.
Actualmente, el Califato Islámico controla alrededor del 75 por ciento del centro de refugiados de Yarmouk, además del barrio Hajjar Asswad, la zona de Assali, y una parte del barrio Tadamoun.
Los terroristas han sido derrotados por el ejército regular en diversos territorios de Siria, como la provincia nororiental de Deir Ezzor y las centrales Homs y Hama. Sin embargo, aún mantiene remanentes en el sur.