Alrededor de 100.000 trabajadores de la sanidad y 10.000 conductores de ambulancias de Reino Unido están en huelga desde hoy para exigir mejoras salariales. Las negociaciones con el gobierno están estancadas, mientras que el sistema sanitario sufre graves tensiones.
Es una semana negra en el sector sanitario británico. Los británicos se enfrentan a una huelga masiva de un día en la sanidad, con nada menos que 100.000 trabajadores convocados, así como 10.000 conductores de ambulancias. El jueves, 4.200 fisioterapeutas irán a la huelga. Los trabajadores presionan al gobierno para impedir la pérdida de poder adquisitivo de los salarios.
Los trabajadores tienen previsto repetir la huelga mañana y los conductores de ambulancias, el viernes. Todo ello podría “provocar el peor trastorno hasta la fecha”, afirmó Saffron Cordery, subdirector ejecutivo de NHS Providers, quien pidió a los ciudadanos que utilicen los servicios de emergencia de forma sensata. En Reino Unido no están acostumbrados a que los sanitarios vayan a la huelga, pero en diciembre comenzaron las olas de protestas.
El Primer Ministro Rishi Sunak ha hecho de la reducción a la mitad de la inflación y de los tiempos de espera de los pacientes para acceder al sistema sanitario sus dos prioridades. La huelga podría provocar la cancelación de 55.000 citas médicas esta semana.
El sistema sanitario británico está gravemente saturado. Unos 7,2 millones de personas esperan actualmente tratamiento, según cifras de la Asociación Médica Británica (BMA). Los tiempos de respuesta de las ambulancias nunca habían sido tan largos como este invierno.