Los sindicatos han recurrido a la huelga después de la negativa del gobierno a entablar ningún tipo de diálogo significativo sobre diversos asuntos, incluyendo los salarios, los impuestos, las pensiones y la legislación laboral.
De la convocatoria se desligó la Unión Nacional de Trabajadores Marroquíes, sindicato cercano al Partido por la Justicia y el Desarrollo, islamista, que preside el actual gobierno del primer ministro Abdelilah Benkiran.
Con la caída del nivel de vida de los trabajadores, el aumento de las violaciones de sus derechos y la imposición unilateral por parte del gobierno de medidas regresivas que les afectan, el apoyo a la huelga se ha generalizado en todo el país.
A primera hora de la tarde los sindicatos convocantes señalaron en un comunicado conjunto que el seguimiento ha sido del 84 por ciento, superando así todas las previsiones.
El comunicado señala que el seguimiento ha sido masivo en todas las regiones del país y en todos los sectores productivos, así como en la administración pública.