El aumento salarial para los próximos cuatro años es de un 44 por ciento para los trabajadores de grandes obras, 14 por ciento para empresas privadas y el 18 en empresas públicas.
En la mesa de negociaciones la patronal sólo se había mostrado dispuesta a un aumento salarial del 0,5 por ciento anual.
El ministro de Trabajo, Luis Ernesto Carles, quien fungió como mediador, afirmó que la firma del acuerdo es por 4 años a partir del 1 de julio del 2018 empezarán a regir los primeros salarios, poniendo fin a la huelga.
Panamá es una locomotora para el sector de la construcción en todo Centroamérica, por lo que esta huelga, que ha durado exactamente un mes, ha tenido un enorme repercusión en toda la región, tanto para el movimiento obrero, como para los capitalistas.
La protesta de los obreros ha provocado la paralización de 266 proyectos en construcción en todo el país, lo que preocupó al gobierno, quien comunicó que la suspensión de los trabajos ponía en riesgo la culminación a tiempo de obras como la Línea 2 del Metro de Panamá y la Terminal 2 del Aeropuerto Internacional de Tocumen.
En Panamá los salarios de los trabajadores de la construcción superan a la mayoría de los vecinos de la región. Oscilan notablemente, aunque la mayor parte de ellos está ligeramente por encima de los 700 dólares mensuales.