Aunque la CIA ha negado la información, ha realizado una oferta a la organización libanesa a través de terceros para rescatar a su agente.
En octubre del pasado año esta misma revista ya informó de la captura de un asesor israelí del Califato Islámico en Iraq.
En abril de ese año la Fuerza Delta de Estados Unidos, fundada por un miembro del consejo asesor de la revista), tuvo que rescatar a un general estadounidense capturado cerca de Deir Ezzor por los Spetznaz, los comandos de las fuerzas especiales del ejército ruso.
La información se pudo obtener de un oficial de Arabia saudí, también capturado dos semanas antes cerca de Idlib, una ciudad en las afueras de Alepo.
La captura de un general estadounidense dentro de Siria demostraba el grado de intervención de Washington en el mando operativo de las fuerzas del Califato Islámico.
Según un informe confirmado tanto en Siria como en Irak, la interceptación de las comunicaciones cifradas por la Agencia de Seguridad Nacional logró localizar el lugar donde estaba recluido el general y un equipo Delta Force voló desde una base secreta en Anbar, cerca del río Éufrates, para rescatarle.
El 12 de mayo Hezbollah volvió a capturar a cuatro espías en una operación militar cerca de Jan Tuman, el bastión del Frente Al-Nosra en Alepo. De los cuatro uno es estadounidense, otro francés, otro turco y otro saudí. Trabajaban en la sala de operaciones conjuntamente con los dirigentes militares de Al-Nosra.
Estados Unidos trata de echar el lazo a Hezbolah para privar a la organización libanesa de sus fuentes financieras como represalia por apoyar al gobierno de Damasco. Irán es el principal proveedor de armamento de Hezbolah.
Recientemente su secretario general, Sayyed Hassan Nasralá, se comprometió a continuar la lucha hasta el final para derrotar el proyecto de Estados Unidos e Israel en la región, diciendo que tenían “una buena captura”, sin dar más detalles.
La operación de Hezbolah se produjo después de que nueve guardias revolucionarios iraníes fueran asesinados en Jan Tuman en combate con Al-Nosra. El combate de Alepo está ganando impulso y el ejército regular sirio trabajan a marchas forzadas para desalojar a Al-Nosra de las zonas que todavía controlan.
Los espías de la CIA asesoran al Califato Islámico y Al-Nosra en tareas de inteligencia y coordinación operativa. Además hay fuerzas especiales del Pentágono operando dentro de Siria, principalmente en las zonas kurdas, Daraa y Quneitra, en un intento de inclinar el equilibrio militar a favor de los yihadistas.
Además, hay 5.000 mercenarios contratados por Blackwater, muchos de ellos reclutados en Sudán y en Jordania a la espera de una señal desde el Pentágono para entrar en Siria e incorporarse al Frente Al-Nosra, especialmente en Daraa.
El secretario general del Departamento Europeo para la Seguridad y la Información, Haissam Bou Said, dijo que Al-Nusra es el paraguas que tiene preparado Estados Unidos para unir a la oposición “moderada”. Si Estados Unidos no llega a un acuerdo con Rusia, “Oriente Medio arderá en llamas. El campo de batalla será el punto de referencia”.
Bou Said también reveló que actualmente la OTAN es incapaz de hacer frente militarmente a los rusos en Europa, lo que les dará a éstos un margen considerable para moverse en Oriente Medio.