A su vez, la memoria se basa en el Informe Raxen, que siguió el rastro de los crímenes gracias a la prensa, ante la falta de datos oficiales, que no se elaboran porque desde 1975 hay un intento deliberado de encubrimiento que es consultancial a la naturaleza fascista de este Estado.
El número real de casos es mucho mayor ya que, según la Unión Europea, sólo se denuncian el 10 por ciento de los crímenes fascistas que se cometen, por lo que las cifras habría que multiplicarlas por diez para acercarse a la realidad.
La mayor parte de los crímenes se esconden en las noticias de prensa como si fueran noticias de “sucesos” más o menos irrelevantes, consecuencia de eso que ahora llaman “delitos de odio”, peleas de bandas e incidentes aislados. Los crímenes fascistas se encubren detrás de eufemismos, de referencias al fútbol, a las reyertas, a los ultras, a la homofobia y a veces al racismo. El caso es no hablar claro.
Aunque el Ministerio de Interior habla de cerca de 1.300 agresiones al año, lo cierto es que en España cada año se registran 4.000 agresiones y crímenes vinculados al fascismo y al racismo, una cifra que está muy lejos de Gran Bretaña donde, según cifras oficiales, se producen 38.000 crímenes de este tipo cada año.
En todas las comunidades autónomas españolas hay grupos nazis. Se contabilizan en más de 10.000 a los matones fascistas que hay sueltos por las calles, jaleados por más de 1.000 sitios en internet y decenas de actos, reuniones y conciertos de música cada al año.
Las víctimas del terror fascista no son consideradas como tales víctimas, no tienen ninguna clase de derechos y esas asociacion que dicen defenderlas tampoco las renococen. De algunas de las víctimas, como los mendigos cobardemente asesinados, ni siquiera se ha podido saber su nombre.
Quieren dar la impresión de que en España no hay problema con el fascismo sino “casos aislados” por lo que esta forma de terror queda fuera de la legislación especial contra bandas y grupos organizados, ni sus casos los llevan a la Audiencia Nacional para rebajar la alarma mediática.
Insistir en que los crímenes fascistas quedan impunes suena aburrido cuando es algo que el Estado viene repitiendo desde 1939. El fascismo es la impunidad. Los fascistas no se juzgarán nunca a sí mismos, ni tampoco a sus correligionarios. El fascismo no es un problema de naturaleza judicial.
ESPAÑA NUNCA RENUNCIO AL FRANQUISMO, LAS INSTITUCIONES LOS MEDIOS LA MONARQUIA LA IGLESIA SU EJERCITO Y SU POLICIA SON FASCISTAS. EN LA TRANSICION NO HUBO RUPTURA CON EL ANTERIOR REGIMEN, HUBO CONTINUIDAD. Y TODOS LOS PARTIDOS FUERON COMPLICES. EL PCE DE CARRILLO TAMBIEN.
Zurekin ados nago, osea que estoy de acuerdo vamos.
Casi se puede decir que el gobierno ampara,o al menos tolera,a estos fascistas.