El general Luciano Benjamín Menendez |
Menendez era conocido como «la hiena», y cargaba sobre sus espaldas con una docena de condenas a prisión perpetua, y era conocido por su extrema crueldad en la aplicación de todo tipo de tormentos sobre los presos, hasta extremos inimaginables.
Durante la celebración de los juicios a que fue sometido, nunca se arrepintió por sus crímenes y jamás mostró piedad alguna por sus víctimas, sino que más bien se vanagloriaba de sus actos.
Menendez tenía noventa años de edad, y murió de cáncer en una cama del hospital militar de Córdoba, execrado por toda la sociedad argentina, menos por sus conmilitones y algunos funcionarios del actual gobierno argentino.
En uno de los juicios por los cuales fue condenado, hubo un testigo que era un trabajador de una estancia (Cortijo) de su propiedad, que relató como pudo ver con sus propios ojos como este carnicero hizo fusilar a cerca de cien presos de una tacada, algunos de los cuales estaban maniatados y semidesnudos, y que luego fueron enterrados en una fosa común, previamente excavada por los mismos fusilados posteriormente.
Como no podía ser de otro modo, Menendez era un admirador de Franco y sus métodos, y su familia pertenecía a un antigua zaga de militares, que ya habían demostrado su vesania y barbarie en el siglo XIX, cuando participaron junto a otro genocida, el General Julio Argentino Roca en la llamada «conquista del desierto», que fue el mayor robo de tierras a los indios en la Patagonia argentina, y que acabó con la vida de cientos de miles de mapuches.
Las proezas de la familia Menendez, continuaron en el siglo XX, y un tío suyo de nombre Luciano Menendez, fue el autor de la matanza de trabajadores en el golpe contra Perón el día 16 de julio de 1955, fecha en que fue bombardeada la Casa de Gobierno en la Plaza de Mayo, y cuando los obreros que fueron a manifestar su apoyo al gobierno legítimo argentino del General Juan Domingo Perón, intentaron refugiarse en el metro de Buenos Aires, y fueron ametrallados por aviones Gloster Meteor por orden del General Luciano Menendez.
El genocida Luciano Benjamín Menendez es el responsable de cerca de tres mil muertes en los campos de exterminio que estaban a su cargo, de miles de violaciones, de robos de bebés, de robos sistemáticos de bienes de los desaparecidos, de vuelos de la muerte y un largo atcétera.
A veces me pregunto si semejante monstruo fue parido por mujer, o es el engendro de un tiranosaurio.
Este multicriminal acusaba a Videla de flojo, y en el colmo de su paroxismo en 1979 intentó un golpe contra el propio Videla por considerarlo demasiado complaciente.
No creo en la justicia divina, pero si creo en la divina justicia, y este archicriminal aunque sea condenado a mil cadenas perpetuas nunca pagará sus crímenes. Que nunca descanse en paz.
Joder,menuda cara de cabrón gasta el hideputa.
Será el espejo de su podrida alma.