¿Guerra eterna?

Darío Herchhoren

Para aquellos que como yo nos gusta hurgar en la historia, no es ningún secreto que en la historia y en la política, que están siempre unidas, no existen las casualidades. Lo que existe en ambos casos es la causalidad; es decir que los hechos nunca ocurren por casualidad, sino que hay siempre una relación de causa a efecto.

La historia es siempre la historia de la lucha de clases, como enseñaba Marx, y es por ello que debemos aprender de ella. Siempre hablamos de los ejemplos, y solemos hablar de malos ejemplos y de buenos ejemplos; pero los ejemplos no son ni buenos ni malos; son simplemente ejemplos de los cuales siempre aprendemos, ya sea para seguirlos o para no seguirlos.

Esto viene a cuento de lo que está pasando en estos momentos en lo que se da por llamar el “medio oriente ampliado”, que es la región del mundo donde huele a petróleo, y donde huele a petróleo ya sabemos que hay conflictos para apoderarse de él.

Hace muy pocos años, el general norteamericano Petreus, un experto imperial para desarrollar guerras de rapiña dijo que iban a atacar cinco o seis países, con el objeto de hacerse con dicho hidrocarbro. Y se quedó tan satisfecho. Efectivamente poco tiempo después se desató la guerra contra Siria, y el Estado Islámico, esa creación diabólica salida de las entrañas del imperio USA, atacó también a Irak, a Sudán, a Libia, y a Nigeria. Todos esos países (¿casualmente?) son grandes productores de crudo.

La ¿profecía? del general se ha cumplido, pero ello no lo vió en la bola de cristal; simplemente dijo lo que el imperio ya había planificado, es decir, guerras que el imperio ha desatado y nos han dejado una enseñanza, que es la siguiente: el imperio sólo intenta sembrar el caos, para una vez logrado ese objetivo, intervenir ya de forma desembozada para instaurar el “orden”.

Se trata de un nuevo orden y el mejor ejemplo de ello es Afghanistan, donde los imperialistas crearon a los talibanes, que cometieron todo tipo de crímenes y excesos, y luego las tropas imperiales, llegaron a poner orden y paz. Sólo se llevaron de allí el opio, y lograron que el petróleo y el gas de Asia Central no atravesara el territorio afgano y el de Pakistán como había planificado antes la URSS y luego Rusia.  Es decir que el imperio actúa a veces como incendiario y otras como bombero según le convenga. En Siria fabricaron al Estado Islámico, y luego crearon lo que llaman la “coalición internacional” para “luchar” contra el terrorismo.

Es una vieja  costumbre de los imperios antiguos y modernos. Primero crean enfermos para después hacer el hospital.

Me viene a la memoria cuando Roma invadió Grecia para protegerla de los persas. Se quedaron allí hasta la muerte del emperador Constantino.

Igualmente es enternecedor escuchar cuando el imperio quiere proteger al pueblo sirio. Lo que quiere en realidad es esclavizarlo, someterlo, e implantar la “democracia”; su democracia.

El imperio nuevamente está amenazando al pueblo y “al régimen” sirios con graves consecuencias si utilizan armas químicas contra los yihadistas. No existen pruebas de que algo así haya sucedido. De lo que sí hay pruebas es de que el estado islámico ha utilizado esas armas.

Habla el imperio de un ataque preventivo por si el régimen (no el gobierno legítimo de Siria) está tramando un ataque químico. Igual ocurrió cuando la invasión de Irak que tenía armas de destrucción masiva, que nunca aparecieron. Pero hay algo más: se sabe que la entidad sionista, ha vendido a Arabia Saudí (una de las grandes democracias del Medio Oriente ampliado) bombas atómicas de su arsenal secreto que no está declarado ante el organismo internacional de Viena que se encarga de controlar su posesión.

Se sabe que Israel sí tiene armas de destrucción masiva, y con ellas chantajea a sus vecinos árabes. Las democracias como Israel y Arabia Saudí se unen, y las “dictaduras” se unen (Siria, Irak, Yemen, Irán, Rusia) también para defenderse de esas “democracias” ejemplares.

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies

Descubre más desde mpr21

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo