Berlusconi, que se encuentra en plena campaña electoral, realizó sus comentarios en la cadena de televisión SkyNews.
Entre Libia e Italia había una alianza militar y estratégica. En 2009, dos años antes de la agresión, Italia había firmado el Tratado de Amistad, Asociación y Cooperación con Libia. Berlusconi pidió perdón a Gadafi por la ocupación colonial italiana entre 1911 y 1943 y prometió indemnizar a Libia con 5.000 millones de dólares en 20 años, abriendo así una intensa fase de entendimiento económico y político.
“Yo luché para que Gadafi no fuese derrocado de esa manera”, ha manifestado. ¿De qué manera hay que derrocar al Jefe de un Estado extranjero? Berlusconi no lo dice, pero traslada la responsabilidad del “desastre” a Cameron y Sarkozy, o sea, a Inglaterra y Francia. Ellos efectuaron los primeros bombardeos en Sirte, Bengasi y Trípoli, siguiendo sus propios objetivos imperialistas.
Uniéndose a Macron, el antiguo Primer Ministro italiano también define aquella guerra como un “desastre”, pero él no fue el culpable. “Fue el Presidente de la República Giorgio Napolitano en 2011 el que pidió la intervención militar en Libia”, asegura.
La injerencia de la OTAN ha causado un caos humanitario sin precedentes. Gracias a Gadafi los flujos migratorios procedentes de África estaban controlados. En 2010 las patrullas de ambos países en aguas libias frenaron en un 90 por ciento la llegada de refugiados a Sicilia. Tras 7 años de guerra, hoy ha vuelto la emigración incontrolada de miles de africanos que intentan llegar a Europa.