Es parte de la estrategia de la tensión permanente promovida por Estados Unidos y ejecutada por la reacción venezolana y sus mercenarios. Se trata de provocar, de forzar al gobierno de Maduro a recurrir a la policía y atraer la atención de los medios de comunicación del mundo entero.
El término comenzó a utilizarse como sinónimo de refugio cuando en Venezuela en 1953 estaba sometida por Marcos Pérez Jiménez. Entonces la resistencia diseñó un nuevo método de lucha: se manifestaba en contra de la reacción para luego correr en busca de seguridad en el interior de las iglesias.
En aquella época no se hablaba de tomar las calles. La idea era hacer actos de sabotaje cercanos a las iglesias para luego correr hacia ellas, donde se refugiaban antes de que la policía los detuviera.
El propio Hugo Chávez acuñó el término en 1996, cuando dirigía la campaña electoral e invitaba a los venezolanos a “resistir” en las manifestaciones contra la reacción.
Las redes sociales amparadas por Estados Unidos son la principal herramienta de convocatoria para las guarimbas. Grupos como Anonymous Venezuela lanzan a diario las coordenadas del luchar de concentración de los alborotadores.
Por las mañanas, con la luz del día, es el momento de los desfiles, las marchas y las caceroladas. De madrugada los guarimberos forman pequeños grupos, con un máximo 7 de personas, amigos de confianza entre sí. Buscar cualquier cosa para bloquear el acceso a las calles y autopistas: basura, neumáticos en llamas, alambradas, cajas, tuberías, piedras, ladrillos…
Una vez que montan la barricada, no se quedan a defenderla; levantan otra en otro lugar o regresan a sus casas, hasta el día siguiente. En ocasiones, si la policía no llega, los guarimberos improvisan una barbacoa, muy bien acompañada de ron o de whisky.
Muchos conductores, cuando llegan hasta la barricada y ven el espectáculo, bajan y se encaran con la fiesta al no poder regresar a sus casas del trabajo. También los chavistas montan guardia en los puntos calientes y han atacado las guarimbas. Así se han producido numerosos y graves enfrentamientos que engordan las cifras de “violencia” en los medios de comunicación.
Hace tres años el ejército realizó una redada contra los dirigentes de las guarimbas de Caracas. A muchos de ellos les ocuparon armas de fuego. Lo mismo que en Siria, también forman parte de la “oposición moderada”.