Greta Thunberg es partidaria de la energía nuclear

En una entrevista concedida ayer a la televisión alemana, Greta Thunberg, el peluche de la lucha contra el calentamiento, apoyó la energía nuclear para reducir las emisiones de los llamados “gases de efecto invernadero”.

Preguntada por la decisión de Alemania de mantener el cierre de sus centrales nucleares y prolongar el funcionamiento de varias centrales de carbón, a pesar de que el objetivo es abandonar esta energía el año que viene, respondió: «Si ya las tenemos [las centrales nucleares] en funcionamiento, creo que es un error cerrarlas para centrarse en el carbón».

Los grupos seudoecologistas ya no ocultan su giro de 180 grados. La crisis energética está destapando su verdadero programa, algo que en Alemania no era necesario después de su postura beligerante durante la Guerra de los Balcanes.

Debido al elevado coste del gas natural, muchos países europeos han recurrido al carbón para producir electricidad. Alemania, Austria, Bulgaria, Italia, Reino Unido y los Países Bajos lo utilizan.

Cada vez más viviendas alemanas vuelven a utilizar el carbón para la calefacción, aunque los planes para la Agenda 2030 contaban con su eliminación. Su producción local aumentó un 40 por cien entre enero y agosto en el Rin.

Las declaraciones de Greta Thunberg se producen en un contexto tenso en Alemania, donde la coalición gobernante, formada por socialdemócratas, verdes y liberales, está dividida sobre la manera de afrontar la crisis energética. Inicialmente, Alemania tenía previsto cerrar sus tres últimos reactores nucleares en funcionamiento a finales de este año.

Pero el gobierno de Olaf Scholz ha revocado recientemente la decisión y ha prorrogado dos de las tres plantas restantes.

Por el contrario, el gobierno austriaco se opone a que la Comisión Europea conceda la etiqueta “verde” a la energía nuclear, según anunció el Ministerio de Medio Ambiente. Para impedirlo el viernes recurrió al Tribunal de Justicia de la Unión Europea.

En 1978 Austria prohibió la energía nuclear, lo que se elevó a principio constitucional en 1999.

Pero la postura de Austria es minoritaria dentro de la Unión Europea. Sólo ocho países se oponen a la etiqueta “verde” para la energía nuclear, muy lejos de la mayoría de veinte países necesaria para bloquear la declaración.

Algo se mueve muy rápidamente en la industria nuclear. Westinghouse, que estaba en manos de Toshiba, vuelve a cambiar de manos. Acaba de ser recomprada por Cameco, una empresa productora de uranio, por el fondo buitre Brookfield Renewable Partners y otras empresas. El precio es de 8.000 millones de dólares.

Empiezan a oler el dinero nuclear.

comentario

  1. Los eco-verdes de Alemania siempre se mantuvieron a favor de producir energía mediante centrales nucleares. Alemania es uno de los estados con más centrales de este tipo en Europa.

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