Gira europea del Batallón Azov para recaudar fondos

La policía de Bruselas occidental ha abierto una investigación sobre un proyecto de reclutamiento y recaudación de fondos para el Batallón Azov, acusado de cometer numerosos crímenes de guerra, violaciones y saqueos.

El Batallón ha convocado un acto para el domingo a las 18.00 horas de la tarde en la sala La Planque de Ganshoren, uno de los diecinueve distritos de la región de Bruselas.

El alcalde de Ganshoren aún no ha decidido si autorizará la reunión. Una supuesta ONG llamada Promote Ucrania está organizando la velada, anunciada como “una interacción informal en vivo con combatientes de la Tercera Brigada de Asalto” que combaten en los frentes de la Guerra de Ucrania.

Para camuflar su verdadera identidad, la antigua milicia privada se integró en la Tercera Brigada de Asalto.

La entrada cuesta 20 euros. “Todo el dinero de la venta de entradas y de las subastas durante el evento se destinará a las necesidades del Batallón”, afirman los convocantes.

El idioma principal del evento será el ucraniano. “¡Pero también se anima a participar al público europeo!”, se puede leer en la convocatoria. Este verano han anunciado veladas similares en Varsovia, Wroclaw, Berlín, Hamburgo, Rotterdam, Colonia, Praga y Vilnius.

La reunión prevista en Rotterdam para el sábado también es objeto de una investigación policial, sobre todo porque está organizada por La Maison d’Ukraine, una organización subvencionada por el gobierno holandés.

Los sionistas financian a los nazis

El Batallón Azov nunca ha ocultado el culto a sus antecedentes ​​de la División Galicia de las SS y de los movimientos nazis de Europa occidental, que auxiliaron a la Wehrmacht durante la Segunda Guerra Mundial.

Sus antecedentes nazis nunca han sido un obstáculo para que los financiara Igor Kolomoisky, presidente de la Unión de Judíos de Ucrania y propietario del banco más grande del país, donde los servicios secretos (SBU) tenían su cuenta.

Kolomoisky, que tiene triple nacionalidad (ucraniana, israelí y chipriota), asignó al Batallón Azov una subvención de dos millones de dólares mensuales y una de las bases para el reclutamiento estaba formado por los seguidores del equipo de fúfbol Dynamo de Kiev, cuyo dueño era Kolomoisky. El magnate utilizaba a los matones del Batallón como mercenarios para ajustar cuentas con otros oligarcas.

También fue Kolomoisky quien fabricó a Zelensky a través de los estudios de televisión que poseía, promoviendo su candidatura a la Presidencia de Ucrania y luego financiándola.

Todo iba bien para Kolomoisky y su Batallón hasta que el 2 de agosto del año pasado el oligarca fue involucrado en un caso de fraude y blanqueo de capitales. Al mes siguiente, habiendo caído en desgracia, fue detenido y acusado de haber ordenado el asesinato del director de un bufete de abogados.

Tras el encarcelaiento de su mentor, para seguir cobrando, los representantes del Batallón han tenido que organizar la gira europea, e incluso han viajado a Israel, donde han sido recibidos por el Mosad.

La sumisión de los nazis ucranianos al imperialismo data de la Guerra Fría

Estados Unidos estuvo organizando operaciones con los nazis ucranianos para debilitar a la URSS durante casi ocho décadas. Tras el final de la Segunda Guerra Mundial, Ucrania fue el escenario de una guerra secreta promovida por la CIA contra la URSS.

Durante la guerra, unidades de la Organización de Nacionalistas Ucranianos (OUN-B) participaron en todo tipo de matanzas. sobre todo de dirigentes comunistas, guerrilleros, campesinos y cooperativistas.

Mykola Lebed, el brazo derecho de Stepan Bandera, dirigente del fascista OUN-B, fue reclutado por la CIA después de la guerra, según un informe publicado en 2010. Lebed fue el “ministro de Asuntos Exteriores” de un gobierno banderista en el exilio, pero luego rompió con Bandera por actuar como un dictador. La CIA le prefirió antes que a Bandera.

Lo acondicionaron una oficina en Nueva York, desde donde dirigió las operaciones de sabotaje y propaganda de la CIA en Ucrania. Un informe desclasificado de la CIA dice: “Las operaciones de la CIA con estos ucranianos comenzaron en 1948 bajo el criptónimo Cartel, que pronto se convirtió en Aerodynamic […] Lebed se mudó a Nueva York y adquirió el estatus de residente permanente y luego la ciudadanía estadounidense. Esto lo protegió del cargo de asesinato, le permitió hablar con grupos de emigrados ucranianos y regresar a Estados Unidos después de viajes operativos a Europa. Una vez en Estados Unidos, Lebed fue el principal contacto de la CIA para Aerodynamic. Los funcionarios de la CIA destacaron su carácter astuto, sus relaciones con la Gestapo y […] el hecho de que era un operador muy despiadado”.

En Estados Unidos la OUN-B pasó a llamarse Comité del Congreso Ucraniano de América (UCCA). A mediados de los ochenta, el gobierno de Reagan estaba llena de miembros de esa organización. Reagan dio personalmente la bienvenida a la Casa Blanca a Yaroslav Stetsko, el dirigente banderista que supervisó la masacre de 7.000 judíos en Lviv en 1983.

La CIA trabajó con Lebed hasta su muerte en 1998. Le enterraron en Nueva Jersey y sus documentos se encuentran en el Instituto de Investigación Ucraniano de la Universidad de Harvard.

Otros exiliados ucranianos tomaron el relevo y en 2014 la UCCA convocó manifestaciones en varias ciudades de Estados Unidos en apoyo al Golpe de Estado fascista en Kiev.

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