El estudio muestra que las pérdidas sufridas cada año son el resultado del aumento de los costos de la atención de la salud, las cargas adicionales del sistema educativo y la reducción de la productividad laboral.
El informe se elaboró en colaboración con muchos organismos, entre ellos el Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la ONU, la Comisión de la Unión Africana y su Organismo de Desarrollo (AUDA-NEPAD), la Comisión Económica de las Naciones Unidas para América Latina y el Caribe (CEPAL) y la Unión Europea (UE).
“Es alarmante que estemos perdiendo el 5,1 por ciento de nuestro PIB nacional cada año debido al impacto de la desnutrición infantil en el rendimiento escolar, la salud y la productividad”, dijo Isatou Touray, Vicepresidenta de Gambia.
No obstante, Gambia ha hecho algunos progresos en la mejora de la nutrición y para el año que viene el gobierno espera reducir el retraso del crecimiento al 12,5 por ciento, la emaciación (*) al 5 por ciento y la insuficiencia ponderal al 8,5 por ciento, como se indica en el Programa Nacional de Desarrollo.
El país está al borde de importantes ganancias según la COHA. Podría ahorrar hasta 104 millones de dólares para 2030, si la prevalencia del retraso en el crecimiento entre los niños se reduce al 9,6 por ciento y la insuficiencia de peso se reduce al 6 por ciento.
Hasta la fecha se han realizado estudios de la COHA en 26 países africanos, entre ellos Burkina Faso, Gambia, Ghana, Guinea Bissau, Malí, Malawi y el Níger. Los resultados generales de estos estudios revelan que las economías de los países africanos han sufrido una pérdida estimada de PIB de entre el 1,9 por ciento y el 16,5 por ciento anual debido a la desnutrición infantil. Se prevé que los resultados de los estudios de la COHA realizados recientemente se publiquen pronto en Guinea Bissau.
(*) La emaciación en un adelgazamiento patológico, particularmente de masa muscular, con pérdida involuntaria de más del 10 por ciento del peso corporal.