Pero voy a otra cosa. Echando un somero vistazo a la plantilla española, llama la atención, al menos a mí, los nombres de pila del combinado español (?), Veamos algunos nombres que pondré en cursiva. Elisabet (le faltaría una «hache» final para ser más british: Elisabeth, y quedar más «chic» y más «in», que se decía antes, a la jugadora bilbaina), Ruth, Virginia, Priscilla (¿será nieta de Priscilla Presley, la mujer de Elvis?), Vero, Vicky, Alexia (¿será descendiente de algún Romanov ruso?), Jennifer, Melanie (¿será hija de la Griffith y Don Johnson? Lo digo porque Banderas, el español Banderas, la hubiera puesto «Melania» o «Antonia», como debe ser), Erika (¿será su mamá vikinga?), Ivana, Sandra… Luego aparece una Leire y una Ainhoa vascas (por descontado damos por sentado que allá cada cual con los nombres que pone a sus vástagos).
No aparecen, porque ya no es moda, los horrorosos y estridentes Vanessas, Julias (pronunciado a la inglesa manera: Yulia, que ya es recochineo paleto de cojones) y más que me dejo y seguro se le ocurre al lector/a. ¡¡¡ Ni una españolísima y castiza Dulcinea (o Robustiana) que llevarse a la boca el españolismo cañí y cerril que oyen un, por ejemplo, Pep y les sale urticaria.
¡¡ Cuánto daño han hecho las estúpidas series de televisión gringas !! Por otra parte, muchas de estas jugadoras juegan en equipos extranjeros. El resto, o son mayormente del Barcelona, y en menor medida del Athletic de Bilbao, o tres del Atl. de Madrid y el Valencia y una (portera reserva) del Levante.
Por lo demás, que ganen, oiga.
Nota: Y también, por supuesto, los Jonathans y hasta algún William que he oído por ahí.