El objetivo es que los militares franceses de plan antiterrorista apoyen las misiones de seguridad de los gendarmes y la policía y ayuden al personal sanitario: “El ejército, en algunas misiones, está al lado de nuestras fuerzas de seguridad interna […] los militares no hacen controles de papel sino que hacen seguridad, son un verdadero apoyo […] acompañarán a las fuerzas de seguridad y al personal sanitario”, dijo el ministro.
Desplegada en toda Francia desde los ataques terroristas de 2015, la Operación Sentinel moviliza de forma permanente a cerca de 7.000 soldados con una reserva de 3.000 soldados.
El Ministro del Interior también anunció que si bien el sistema de contención no se endurecerá este fin de semana, se aplicará más estrictamente, con controles reforzados, en particular en los aeropuertos y estaciones de ferrocarril, donde sólo circula el 15 por ciento del tráfico ferroviario.
Al día siguiente, domingo, de manera apresurada, el Parlamento francés aprobó un proyecto de ley autorizando al gobierno de Macron a imponer un “estado de urgencia sanitario” durante dos meses.