La frontera entre Finlandia y Rusia permanecerá completamente cerrada durante cuatro semanas más, anunció el jueves la ministra finlandesa del Interior, Mari Rantanen, durante una rueda de prensa.
Inicialmente el gobierno dijo que el cierre era meramente provisional y que la reapertura se llevaría a cabo el lunes de la semana que viene. Ahora se espera que la decisión permanezca vigente hasta el 11 de febrero, cuando se realizará una nueva evaluación de la situación.
“Según la información recopilada por las autoridades, es muy probable que las actividades de influencia híbrida [sic] de Rusia continúen y se expandan, como hemos visto antes”, dijo. “Por lo tanto, consideramos necesario mantener la frontera cerrada”, añadió la ministra.
Helsinki bloqueó gradualmente sus pasos fronterizos con Rusia durante noviembre del año pasado. El país escandinavo acusa a Rusia de permitir deliberadamente la afluencia de migrantes a suelo finlandés con fines políticos, para socavar la Unión Europea.
Desde principios de agosto del año pasado, el gobierno finlandés asegura que cerca de 1.000 solicitantes de asilo indocumentados, procedentes de Somalia, Yemen e Irak, se han presentado en los pasos fronterizos que separan ambos países para entrar en Finlandia. Un volumen inusual para el país nórdico, que suele tener alrededor de diez solicitantes de asilo cada mes en esta frontera.
A mediados de diciembre, Helsinki reabrió muy brevemente parte de su frontera, de 1.340 kilómetros de longitud, antes de cerrarla unas horas más tarde. En ese tiempo, al menos 40 personas lo habían cruzado.
Actualmente, todavía hay inmigrantes esperando que se reabra la frontera, afirmó el gobierno en un comunicado de prensa. “También hay más personas en los países de origen de los inmigrantes que quieren ir a Finlandia”, añade el comunicado. El gobierno finlandés está preocupado por una grave amenaza a la seguridad interna de Finlandia si se reabre la frontera y se reanuda lo que califica como una “migración instrumentalizada”.
Anticipando que su vecino podría utilizar repetidamente a los inmigrantes como medio de presión política, Finlandia comenzó a construir un muro de 200 kilómetros a lo largo de su frontera con Rusia en febrero del año pasado.