“A petición de Arabia saudí y Emiratos Árabes Unidos, el Presidente ha aprobado el despliegue de fuerzas estadounidenses, que serán de naturaleza defensiva y se centrarán principalmente en las fuerzas aéreas y la defensa antimisiles”, dijo el Secretario de Defensa de Estados Unidos, Mark Esper.
Recordando la destrucción en junio de un avión teledirigido estadounidense por las fuerzas iraníes tras la toma de un petrolero británico por parte de Irán, Esper dijo que los ataques del 14 de septiembre contra dos instalaciones petrolíferas en Arabia saudí “representaron una dramática escalada de la agresión iraní”.
“Este es un primer paso que estamos dando en respuesta a estos ataques”, dijo Esper durante una conferencia de prensa. “Creemos que eso será suficiente, pero eso no significa que no pueda haber un despliegue adicional dependiendo de la situación”.
Todavía no se ha decidido el número exacto de tropas y el tipo de equipo que se desplegará, pero será un despliegue “moderado, no de miles”, dijo el general Joe Dunford, Jefe de Estado Mayor de Estados Unidos.
Antes Trump había anunciado nuevas sanciones contra el Banco Nacional de Irán. “Estas sanciones son al más alto nivel”, dijo desde el despacho oval.
El Secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, explicó que el objetivo era apuntar a “la última fuente de ingresos del Banco Central de Irán”, ya incluido en la lista negra de Estados Unidos, pero también al Fondo Nacional de Desarrollo, “es decir, a su fondo soberano, que de este modo quedará aislado” del sistema bancario de Estados Unidos.
“Esto significa que no habrá más dinero para la Guardia Revolucionaria”, el ejército de élite del gobierno iraní, “para financiar el terrorismo”, dijo.
Sectores enteros de la economía iraní, desde su sistema financiero hasta las exportaciones de petróleo, están sujetos a sanciones estadounidenses y bajo un estricto embargo.
Para el gobernador del Banco Central iraní, Abdolnasser Hemmati, estas nuevas medidas punitivas “muestran hasta qué punto” los estadounidenses “no pueden encontrar una plataforma contra Irán“, que niega haber llevado a cabo estos ataques.
Mike Pompeo reiteró en un comunicado que “todas las pruebas apuntan a Irán, y sólo a Irán” como responsable de los ataques en Arabia saudí. Riyadh mostró a la prensa por primera vez el viernes la magnitud de los daños en sus instalaciones petrolíferas, una “agresión sofisticada en su diseño y descarada en su ejecución”, según el secretario de Estado estadounidense.
Los rebeldes huthíes en Yemen, que habían reivindicado la responsabilidad de esta ofensiva, anunciaron que considerarían detener todos los ataques contra Arabia saudí como parte de una iniciativa de paz para poner fin a un conflicto de cinco años.