Los vehículos blindados y de transporte de tropas llegaron hace cuatro o cinco días, ha explicado el portavoz de YPG, por lo que Trump refuerza su apoyo al movimiento kurdo en Rojava.
Aunque el número ha sido pequeño, ha precisado Silo, “esto es una prueba de que hay signos de un nuevo apoyo”. “Anteriormente no conseguíamos apoyo de este tipo, nos gustaría conseguir armas ligeras y munición”, ha señalado a Reuters.
“Hay signos de un pleno apoyo de la nueva Administración estadounidense, más que antes, para nuestras fuerzas”, que operan bajo la cobertura de las Fuerzas Democráticas de Siria, junto con los comandos de operaciones especiales del Pentágono.
Por otra parte, una fuente militar kurda ha indicado que la siguiente fase en la campaña de los kurdos está destinada a cortar las últimas rutas a Raqqa, el bastión del Califato Islámico en Siria, incluida la carretera hacia Deir Ezzor.
Las primeras dos fases de la ofensiva se han centrado en capturas las zonas al norte y el oeste de Raqqa, en el marco de la estrategia para rodear la ciudad. La tercera fase se centrará en capturar las zonas que quedan, incluida la carretera entre Raqqa y Deir Ezzor.
El Califato Islámico controla casi por completo la provincia de Deir Ezzor, donde ha estado luchando en las últimas semanas para intentar capturar los últimos reductos que mantiene el gobierno sirio en la ciudad y donde ya se han producido choques con las fuerzas kurdas.
Aislar a Raqqa de los bastiones que el Califato Islámico tiene en Deir Ezzor sería un importante revés para el grupo terrorista. “La próxima fase de la campaña busca aislar a Raqqa completamente”, ha explicado la fuente militar kurda, que ha pedido no ser identificada. “Para alcanzar esto hace falta llegar a la carretera entre Raqqa y Deir Ezzor”, ha añadido, reconociendo que “esta misión será difícil”.