Un enviado del gobierno de Trump se reunió en secreto con un representante del de Maduro en la Ciudad de México en septiembre para negociar la dimisión del dirigente venezolano.
Richard Grenell, antiguo director de la inteligencia de Estados Unidos y embajador en Alemania, y Jorge Rodríguez, un político venezolano cercano a Maduro, se reunieron en la capital mexicana. El Secretario de Estado Michael Pompeo y el resto del Departamento de Estado no fueron informados del viaje con antelación, según dos de las fuentes consultadas.
Grenell trató de discutir la salida de Maduro, pero no está claro si Rodríguez y Maduro están abiertos a dicha posibilidad. En cualquier caso, las conversaciones no tuvieron éxito.
Trump trata de conseguir una serie de logros en política exterior antes de las elecciones del 3 de noviembre, entre ellos, acuerdos de paz en Oriente Medio, la retirada de las tropas de varios países y la liberación de los presos estadounidenses en las cárceles de Siria.
Las fuentes dan relatos contradictorios sobre la autorización de Grenell para reunirse con Rodríguez, aunque dos personas familiarizadas con el asunto dijeron que el asesor de seguridad nacional de Trump, Robert O’Brien, lo autorizó con el apoyo del presidente.
Pero Pompeo y el enviado del Departamento de Estado para Venezuela no se enteraron del viaje de Grenell hasta después de que terminara. El embajador de Estados Unidos en México, Christopher Landau, tampoco fue informado antes del viaje.
Rodríguez voló a México el 16 de septiembre en uno de los aviones presidenciales de Venezuela, camuflado en el diario de vuelo como un viaje en la aerolínea nacional Conviasa.
Francisco Arias Cárdenas, el embajador venezolano en México, que en 1992 acompañó a Chávez en el intento fallido golpe de estado, pidió a la cancillería mexicana cambios de última hora en el vuelo que permitieran a Rodríguez entrar en el país. Aunque a Rodríguez se le permitió entrar, la reunión no fue preparada por su oficina presidencial o el ministerio de asuntos exteriores.
Rodríguez se negó a hacer comentarios, al igual que los portavoces del Consejo de Seguridad Nacional en la Casa Blanca y el Departamento de Estado.
Las personas familiarizadas con las negociaciones de Maduro pidieron a la agencia Bloomberg no ser identificados.