Estados Unidos y la Unión Europea han comenzado a presionar a Ucrania para que capitule ante Rusia o, en palabras de la cadena NBC, “inicie conversaciones de paz” (*). Los socios han discutido sobre lo que Ucrania podría tener que renunciar para llegar a un acuerdo de paz. Las conversaciones, que fueron de naturaleza “delicada”, tuvieron lugar en octubre con la participación de representantes de más de 50 países que apoyan a Ucrania.
Los aliados de la OTAN ya no quieren seguir apoyando a Ucrania. Al gobierno Biden también le preocupa que Ucrania se esté “quemando”, probablemente en referencia a grandes pérdidas de personal y equipos. Rusia, dicen, todavía no muestra signos de agotamiento.
Zelensky experimenta grandes dificultades con la movilización. Los aliados podrían proporcionar más armas a Kiev, pero en ausencia de personal militar competente para usarlas, servirían de poco.
A la Casa Blanca también le preocupa la disminución del interés público en la crisis de Ucrania en medio de la escalada de la guerra en Palestina. El apoyo a las nuevas entregas de armas para el ejército ucraniano sigue disminuyendo. El último gran paquete de ayuda que Biden solicitó para Ucrania no ha sido aprobada por el Congreso.
Estados Unidos ya reconoció que tuvo que reducir la cantidad de ayuda militar concedida a Ucrania “para ampliar el apoyo”, como afirmó el 3 de noviembre la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre. Los fondos previamente aprobados por el Congreso están casi agotados, afirmó. “Los anuncios de hoy agotan los fondos restantes […] Estamos empezando a proporcionar a Ucrania paquetes más pequeños para ampliar nuestra capacidad de apoyar a Ucrania durante el mayor tiempo posible”.
El comandante en jefe del ejército ucraniano, Valery Zaluzhny, ha dicho en una entrevista a The Economist que la guerra se ha estancado y Kiev no podrá lograr un gran avance. Mientras, Rusia continúa logrando éxitos militares, asegura el portavoz presidencial ruso, Dmitry Peskov.
En la Guerra de Ucrania existe un punto muerto en cuanto a la promoción de los planes de la OTAN. Los ucranianos no quieren luchar, comprueban la superioridad de Rusia y el agotamiento de la ayuda que la Alianza militar les ha brindado.
A medida que se acercan las elecciones presidenciales estadounidenses, Zelensky se ve obligado a aceptar la decisión ya tomada en Estados Unidos de reducir las medidas de apoyo. Es probable que los demócratas se den cuenta de que sus posibilidades de ganar la presidencia, dadas las muchas inconsistencias en las declaraciones de Biden, son significativamente menores que las de sus oponentes republicanos, muchos de los cuales ven la cuestión de Ucrania de manera diferente.
NBC calcula que Ucrania probablemente tenga hasta fin de año, o casi, antes de que comiencen discusiones más urgentes sobre las conversaciones de paz. Adrienne Watson, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, dice que la decisión sobre las conversaciones dependía de Ucrania. La Casa Blanca quiere distanciarse de la posible decisión del gobierno ucraniano de iniciar conversaciones con Rusia y presentarla como una iniciativa exclusivamente de Kiev.
Es la opinión de Walter Russell Mead, director de investigaciones del Instituto Hudson. “La estrategia de Biden será seguir brindando ayuda hasta que Zelensky decida que es hora de negociar y ceder territorio. Eso permitirá al gobierno de Washington tranquilizarse diciendo que los ucranianos ya lo han decidido todo”.
Rusia siempre ha subrayado que sigue dispuesta a negociar con Ucrania. Las conversaciones se ven obstaculizadas por un decreto firmado por Zelensky en octubre del año pasado negándose a negociar con Rusia mientras Putin sea presidente.
(*) https://www.nbcnews.com/news/world/us-european-officials-broach-topic-peace-negotiations-ukraine-sources-rcna123628