La política económica de Trump es, como la de Estados Unidos, errática porque no sabe cómo adaptarse a la crisis que padece. En 2020 fue el primero en promocionar el acuerdo comercial entre Estados Unidos, México y Canadá, el mayor de la historia. Sin embargo, lo primero que hace al regresar a la Casa Blanca es amenazar con romper ese mismo acuerdo por razones políticas ficticias.
Canadá es el mayor socio comercial de los Estados Unidos y Trump justifica los aumentos de aranceles con argumentos peregrinos: inmigración, fentanilo… No hay ninguna prueba que respalde esas afirmaciones: Canadá representa solo el 0,2 por cien del tráfico de fentanilo a Estados Unidos y el 1,4 por cien de la inmigración ilegal desde 2020.
Un país que se inventa las cosas no es fiable. Trump puede convencer a los paletos de Estados Unidos, pero es el hazmerreir de todas las cancillerías del mundo, que tienen los ojos puestos en la triada de países afectados por la subida de los aranceles: México, Canadá y China.
En los mercados mundiales Estados Unidos no pierde terreno con uno, dos o tres países del mundo, sino con todos. En 2016 Estados Unidos tenía déficits comerciales con cien países, mientras que hoy a esa cifra se le han sumado unos cuantos más.
Un déficit comercial que es general, no se soluciona con remedios bilaterales. Al exprimir a un socio comercial, el tráfico se desvía hacia los demás, como ya ocurrió en 2018-2019 con los aranceles impuestos a China.
La participación de China en el déficit comercial total de Estados Unidos disminuyó, pero, debido a los enormes déficits presupuestarios federales que han llevado a un déficit persistente, el déficit de la balanza de pagos alcanzó nuevos récords, impulsado por la desviación del comercio hacia México, Vietnam, Canadá, Corea del Sur, Taiwán, India, Irlanda y Alemania.
La mayoría de los beneficiarios de esta desviación comercial fueron productores extranjeros con costos más altos, lo que resultó en precios más altos para los estadounidenses y un aumento de la deuda.
El déficit comercial de Estados Unidos es el resultado del gigantesco endeudamiento de Estados Unidos, como ya hemos comentado en entradas anteriores. Hace unos años la tasa de ahorro interno neto de Estados Unidos era del 3 por cien del ingreso nacional y hoy esa cifra está en el 0,4 por cien.
Como no tiene un céntimo, Estados Unidos también debe importar el ahorro del exterior. Obtiene capital extranjero mediante la gestión de enormes déficits por cuenta corriente y en el comercio multilateral.
Los aranceles bilaterales, como los anunciados a México, Canadá y China, no pueden resolver un déficit que es general. Estados Unidos no sólo le debe dinero a tres países sino a todo el mundo.