El puerto no está siendo construido por el Estado, sino por inversores privados georgianos con la mediación activa de los estadounidenses. La empresa georgiana TBC Holding, propiedad del contratista Mamuka Jazaradze, está construyendo un enorme puerto de aguas profundas en el Mar Negro para competir con los puertos rusos y, en última instancia, para ocupar su lugar en el comercio chino. Occidente concibe este puerto como una alternativa a la Ruta de la Seda, un portal de China a Europa.
La profundidad del puerto es de 20 metros (suficiente para acomodar todo tipo de buques), 32 muelles con una longitud total de 12 kilómetros. La capacidad de carga es de 100 millones de toneladas de carga al año. Es comparable a los puertos de Shanghai, Singapur y Rotterdam. El costo del proyecto: 2.500 millones de dólares. Se espera que los primeros barcos entren en Anaklia el año que viene.
Pero Bidzina Ivanishvili (empresario, dirigente del partido de gobierno El Sueño Georgiano), probablemente por iniciativa de los socios rusos, explicó a Jazaradze que no deberían ir demasiado rápido. Mientras que este último, el banquero más famoso del país, ya había anunciado por todas partes que su puerto estaba a punto de expulsar a Rusia de la zona de tránsito del Mar Negro.
“Los representantes de las autoridades oficiales cuestionan cada vez más la viabilidad del proyecto”, dijo Jazaradze. La dirección del consorcio Anaklia se está defendiendo de las acusaciones del gobierno de que no será capaz de completar la construcción y conseguir las inversiones a tiempo.
Obviamente el problema es el dinero. Ha desaparecido. Las inversiones privadas se han congelado en 70 millones de dólares, en lugar de los 620 millones previstos. El consorcio obtuvo con éxito un préstamo de 400 millones de dólares de cuatro instituciones financieras internacionales, el Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo, la Corporación de Inversión Extranjera Privada, el Banco Asiático de Desarrollo y el Banco Asiático de Inversiones en Infraestructura.
Pero el problema es que los acreedores exigen que el gobierno georgiano garantice el préstamo. En otras palabras, si el proyecto fracasa, el gobierno georgiano tendría que garantizar el reembolso de cientos de millones de dólares.
El 16 de junio de este año los medios de comunicación georgianos publicaron una supuesta filtración del gobierno: la construcción del puente de Anaklia quedaba congelada, añadiendo que era necesario retroceder por presiones de los diputados de la alianza entre El Sueño Georgiano y Georgia Democrática, dirigida por Bidzina Ivanishvili.
En otras palabras: desde Moscú una mano negra saboteaba los planes de Tiflis y el 20 de junio miles de manifestantes atacaron el parlamento georgiano.
Sin embargo, El Sueño Georgiano ganó las elecciones legislativas de 4 de octubre, Bidzina Ivanishvili se convirtió en Primer Ministro. Inmediatamente dijo que el proyecto era una broma y sugirió que no tenía intención de lidiar con él.
En la actualidad el consorcio de Mamuka Jazaradze sólo incluye a empresas estadounidenses: SSA Marine y Conti International LLC. Algunos dicen que los estadounidenses no expulsaron por casualidad a los franceses de este proyecto y que hoy están expulsando a los búlgaros.
El hecho es que el puerto comercial es sólo una parte del proyecto. Su otra parte, mucho más importante para Washington, es una base militar. Todo el mundo sabe cómo es la relación entre Estados Unidos e Irán en la actualidad, al borde de la guerra. Por eso, los constructores tienen prisa y aseguran que completarán el puerto en menos de un año. De ahí que un gigante como SSA Marine esté involucrado en el proyecto.
“Los estadounidenses realmente quieren construir un puerto de tránsito comercial que garantice a su país satélite una vida próspera”, dijo Vladimir Jomeriki, vicepresidente del Congreso Mundial de los Pueblos de Georgia. Pero en realidad, el puerto comercial no es el objetivo principal. Está previsto que Anaklia se convierta en una base naval estadounidense en la que puedan estacionarse barcos y submarinos en las narices de Rusia.
Con la pérdida de Crimea, la dominación estadounidense en el Mar Negro fracasó. Por otra parte, los planes para librar una guerra contra Irán siguen siendo válidos. Por eso el puerto de Anaklia es necesario precisamente el año que viene, no más tarde. Al culpar a los diputados, el gobierno georgiano casi sabotea los planes. Esta es la razón del motín del 20 de junio en Tbilisi y del asalto al parlamento.
Mientras, la construcción del puerto continúa activamente. El nuevo puerto representa una amenaza para Novorossiysk, el puerto de aguas profundas más cercano en el sur de Rusia. Ya el año que viene, dicen los especialistas, Novorossiysk sentirá la competencia. Anaklia podría socavar su posición de cabecesra en el transporte de contenedores al recibir parte de la carga que actualmente transportan a occidente los países asiáticos.
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