Los detenidos en huelga, hindúes algunos de ellos, eran alimentados contra su voluntad mediante una sonda nasal.
La semana pasada la agencia de la ONU de derechos humanos dijo que la alimentación forzada de los huelguistas de hambre constituía una violación de la Convención de la ONU contra la Tortura.
El miércoles un juez federal dijo que el gobierno debía dejar de alimentar por la fuerza a dos de los inmigrantes detenidos, pero advirtió que podría ordenar la reanudación del procedimiento si su salud corría peligro.
“Es una victoria para nosotros”, dijo Louis López, abogado de dos de los detenidos Malkeet Singh y Jasvir Singh en el proceso de El Paso. Ambos veinteañeros son sijs del Punjab. “Tienen derecho a protestar bajo la Primera Enmienda” de la Constitución de Estados Unidos.
Desde hace años los inmigrantes detenidos vienen realizado huelgas de hambre en Estados Unidos para cambiar sus condiciones de detención, mientras aguardan la resolución de su solicitud de asilo político.
La alimentación forzada, ordenada por un tribunal a principios de este año, es algo novedoso, y los defensores dijeron no haber tenido conocimiento de que hubiera sucedido antes en Estados Unidos, mientras que en España se impuso durante la huelga de hambre de los presos políticos del PCE(r) y los GRAPO a finales de los años ochenta, sin que ninguna instancia judicial, interna o internacional, pusiera objeciones.