La nueva base de Badiyeh, en el desierto de Al-Shaafa, provincia de Deir Ezzor, está equipada con sistemas militares avanzados y supone una muestra del apoyo de los imperialistas a las FDS también en esa región, a fin de que continúen los enfrentamientos con el ejército regular sirio.
Aunque las fuerzas estadounidenses y las milicias respaldadas por Washington afirman estar preparándose para una posible operación contra el Califato Islámico en la región, lo que hacen es expandirse hacia los territorios en poder del ejército regular.
Las FDS dijeron ayer que lograron hacer retroceder al Califato Islámico a 21 kilómetros en la región fronteriza con Irak en una operación llamada Asefah Al-Yazeera, y añadieron que las milicias de las FDS llegaron a zonas cercanas a la aldea de Al-Baqouz, en Deir Ezzor.
El mes pasado el ejército estadounidense construyó una nueva base militar de avanzada en el yacimiento petrolífero de Al-Omar, en el sureste de Deir Ezzor, y también transfirieron un gran arsenal de armas y equipo, incluidos misiles, vehículos militares y equipo logístico, a las zonas de su despliegue en el yacimiento petrolífero de Koniko, el yacimiento petrolífero de Al-Omar y Al-Jafreh.
Mientras tanto, las Fuerzas Democráticas Sirias han enviado a varias de sus unidades a zonas cercanas a las posiciones del ejército regular en las aldeas de Jiya, Salehiyeh y Al-Tabiyeh.
Moscú ya ha advertido al gobierno de Damasco de un posible ataque estadounidense contra sus posiciones.