Habitualmente la fuerza aérea rusa suele interceptar los aviones de inteligencia perteneciente a la OTAN cuando vuelan cerca de las fronteras de Rusia. Sólo trasciende cuando una interceptación provoca un incidente, como ha ocurrido recientemente con un dron estadounidense MQ-9 Reaper que cayó a las aguas del Mar Negro tras ser alcanzado por un caza ruso Su-27 Flanker.
A un avión L-410 Turbolet de la policía de fronteras polaca le ocurrió algo parecido el 5 de mayo, mientras realizaba una misión sobre el Mar Negro para Frontex, la agencia europea de fronteras y guardacostas.
El avión fue interceptado por caza ruso un Su-35 Flanker E mientras volaba en el espacio aéreo internacional a 60 kilómetros al este de Rumanía, según afirma el Ministerio de Defensa rumano en un comunicado.
“Las maniobras agresivas y peligrosas realizadas en varias ocasiones por el avión de combate ruso en las proximidades del avión polaco generaron un alto nivel de turbulencias y grandes dificultades para mantener el control del mismo”, dice el comunicadoo.
“La tripulación polaca actuó con calma y profesionalidad en la irresponsable situación creada por el piloto ruso, logrando enderezar el avión, tras la pérdida inicial de altitud provocada por las maniobras del Su-35, y aterrizar sin problemas en el aeropuerto Mijil Kogalniceanu [Constanza], alrededor de las 13:50 horas. Ningún miembro de la tripulación resultó herido como consecuencia de este incidente”, añade el ejército rumano.
Posteriormente, según el comunicado, el Centro de Operaciones Aéreas Combinadas (CAOC) de la OTAN en Torrejón (España) puso en alerta a dos aviones de las fuerzas aéreas rumanas y a dos F/A-18 Hornets españoles.
“El comportamiento agresivo de un avión militar ruso contra una aeronave desarmada que llevaba a cabo una misión Frontex para vigilar la migración en la cuenca del Mar Negro es totalmente inaceptable. Este incidente es una prueba más del enfoque provocador de Rusia en el Mar Negro”, declaró el Ministerio de Defensa rumano.
La policía fronteriza polaca dio más detalles del incidente. Dijo que el caza ruso voló “sin ningún contacto por radio en la zona operativa designada por Rumanía”, antes de realizar tres maniobras “agresivas y peligrosas”, acercándose hasta cinco metros al L-410.
El avión polaco de la Guardia de Fronteras estaba desplegado en Rumanía desde el 19 de abril, en el marco de la operación Mar Negro Occidental 2023, coordinada por Frontex.
En ella participan la Agencia Europea de Seguridad Marítima AESM y la Agencia Europea de Control de la Pesca AECP, y su objetivo oficial es “prevenir la migración ilegal, la pesca ilegal y la contaminación marina”, así como “combatir otros tipos de delincuencia transfronteriza en la región del Mar Negro”.
Naturalmente, no hay quien se crea que, en plena Guerra de Ucrania, el objetivo real del avión polaco fuera vigilar la pesca, los emigrantes o la contaminación en el Mar Negro. Nos toman por idiotas.