Es posible que a determinados kurdos les guste engañarse a sí mismos pero, desde luego, que un experto ni siquiera sea capaz de apuntar indirectamente a la OTAN, o a las bases militares, o a la intervención turca para derrocar al gobierno de Siria, muestra que en todo lo relativo al reciente golpe de Estado en Turquía hay un fraude político, histórico e intelectual de importantes proporciones.
No nos referimos sólo a un intento deliberado de manipulación en lo que a Turquía concierne, sino a lo que es la esencia misma del imperialismo como sistema internacional de dominación, a la OTAN como una de sus expresiones concretas y a experiencias históricas tan importantes como Gladio, sin ir más lejos.
Este tipo de manipulaciones permite que los oportunistas se muevan como pez en el agua de la confusión cuanto toca aludir a asuntos bastante más espinosos, como la situación en Oriente Medio y, sobre todo, Rusia (la maldita Rusia de Putin), convertida en la bestia negra del imperialismo y del oportunismo de todos los colores. Que no se preocupen porque los malos fetiches se enredarán delante de sus narices como una madeja inextricable para darles la ocasión de ponerse en evidencia.
Veamos la otra cara de la Luna. Un historiador turco de verdad, Mehmet Perinçek, ha relatado que el antiguo Primer Ministro Davutoglu, destituido en mayo de este año, fue quien dio personalmente la orden de derribar el caza ruso Sujoi-24, lo cual él mismo ha reconocido (2), aunque el historiador añade un dato más: que lo hizo “en coordinación con Gülen y con la CIA”(3), lo cual tampoco debería ser ninguna sorpresa para quien esté atento a los hechos (4). El historiador refiere el dato para abogar por una “alianza estratégica” entre Turquía y Rusia, que el fallido golpe de Estado de 15 de julio trató de impedir.
Se acumulan, pues, las evidencias de que, en realidad, el bombardero fue derribado por Estados Unidos, lo cual debería ser un motivo más que suficiente para ponerse a reflexionar un poco más detenidamente acerca de lo que está ocurriendo detrás de los bastidores, en Turquía por supuesto, pero también en todo Oriente Medio: lo mismo que en el Pacífico, los imperialistas están jugando con fuego y no siempre van a poder esconderse bajo las faldas de terceros.
Para entender la situación es necesario volver a recordar el papel del general estadounidense Campbell en el golpe de Estado, del que tampoco nadie quiere hablar porque se creen que si no ladran no nos daremos cuenta de que son unos perros. No sólo lo ha relatado con pelos y señales la prensa turca sino también (¡qué casualidad!) la rusa (5).
Los perros orinan para marcar su territorio, para acotar los sitios en los que nadie puede entrar sin su autorización. Naturalmente que nos referimos a los perros de verdad, a los imperialistas, no a los caniches cuya tarea se limita a ladrar en el mundo virtual. La OTAN no ladra, orina, y el golpe del 15 de julio ha dejado el olor característico de una meada de la OTAN en Turquía con la que quieren dejar muy claros los límites.
Como comprenderán, no les estamos hablando de todo esto para que estén informados sobre la situación en Turquía. ¿Saben que en España la OTAN también tiene bases aéreas y navales?, ¿alguna vez han supuesto que esas bases sólo servían para atacar a terceros países?, ¿no saben que la OTAN orina todos los días un poco en Morón, en Rota, en Torrejón?, ¿no lo huelen?
Es posible que muchos tengan claro lo que pueden esperar del imperialismo y de portavoces suyos en España como Europa Press, TVE, El País, Onda Cero, La Sexta y otros. También es posible que para tener otra versión acudan a medios alternativos, como Gara, Rebelión, Nodo 50 o Kaos en la Red, y se encuentren con más de lo mismo: ocultación y manipulación. Ni son medios ni son remedios, y lo mismo cabe decir de las mareas, confluencias, colectivos, ONG y partidos que se mueven en esos círculos, empeñados sistemáticamente en el mismo fraude.
Unos se mueven por las bases y otros por las alturas. Como decía la Internacional Comunista en los viejos tiempos, el imperialismo tiene su complemento en el socialimperialismo. Las guerras de agresión, como la de los Balcanes, no hubieran sido posibles sin esa labor sistemática de tergiversación en la que se invocaron razones “humanitarias” para matar y despedazar países enteros, razones que han sido mejoradas durante la Primavera Árabe, la destrucción de Libia y la guerra de Siria con argumentos remozados cuyo objetivo es siempre el mismo: lavar el rastro de sangre que el imperialismo va dejando a su paso.
Durante la guerra de Afganistán el diario “The Independent” publicó este reportaje, presidido por una foto de Bin Laden y un titular que decía “El luchador antisoviético pone su ejército en el camino de la paz”:
(2) https://fr.sputniknews.com/international/201607281027045295-ahmet-davoutoglu-ordonnance-su24-avion/
(3) http://www.fort-russ.com/2016/08/gulen-allied-davutoglu-would-have.html
(4) http://katehon.com/article/su-24-incident-trace-gulen-and-cia
(5) http://tsargrad.tv/article/2016/08/02/za-perevorotom-v-turcii-stojal-amerikanskij-general