Los parlamentarios laboristas han rechazado la creación de una comisión de investigación sobre las bandas de pedófilos que operan desde hace décadas en Reino Unido. No obstante, en 2013 el Ayuntamiento de Rotherham ya encargó una investigación sobre la explotación sexual infantil, que se remontó hasta 1997. Las espeluznantes conclusiones las publicó en su web y se pueden consultar en internet (*), pero nadie se rasgó las vestiduras por ello.
Ese tipo de redes criminales no puede subsistir y operar durante décadas sin contar con el respaldo de la policía, la complicidad de los partidos parlamentarios y el silencio de los medios de comunicación.
A nadie les importa que miles de niños hayan sdo violados y explotados sexualmente durante décadas por una razón muy sencilla, que es siempre la misma en todos los países europeos: los niños procedían de familias pobres, marginadas y sometidos a algún tipo de tutela institucional, como orfanatos o centros públicos de educación especial.
Las denuncias se acumularon durante años en las comisarías de policía, pero no sirvieron para nada. Las bandas operaban con total impunidad. Un informe del Ayuntamiento de Manchester concluyó que al menos 57 niñas fueron explotadas por una red de pedofilia. Las engancharon a las drogas, las manipularon, las violaron y las destrozaron emocionalmente. Una de ellas murió con quince años de edad.
Sophie también fue a la comisaría de policía de Oldham para denunciar que un hombre la había violado en 2006. A la policía no le importó que una niña de 12 años fuera a denunciar una violación. Le dijeron que volviera cuando no estuviera borracha. La niña fue secuestrada por un hombre que también estaba de visita en la comisaría y violada en un vehículo por dos hombres, antes de ser llevada a una casa y violada varias veces por cinco hombres diferentes.
Hay miles de casos de este tipo y los diputados laboristas se niegan a realizar una investigación pública. Es bien sabido que las comisiones parlamentarias de investigación no sirven para nada, salvo para echar tierra encima, pero ni siquiera admiten esa tarea, investigar, saber lo que ha ocurrido. Si, además, alguien quiere castigar a los pedófilos chocará contra un muro aún más alto,
Por supuesto, las ONG y los defensores de los derechos humanos han vuelto a demostrar que tampoco sirven para nada. Su función se limita a cobrar de las subvenciones y las limosnas.
El actual Primer Ministro laborista, Keir Starmer, fue Fiscal General del Estado durante años. Si entonces no hizo nada, ¿por qué tendría que hacerlo ahora?
(*) https://www.rotherham.gov.uk/downloads/download/31/independent-inquiry-into-child-sexual-exploitation-in-rotherham-1997—2013