El viernes la moneda china, el yuan, superó por primera vez al euro en volumen de negociación en la Bolsa de Moscú, aunque se sitúa en segundo lugar tras el dólar estadounidense.
El volumen de negociación de la moneda china fue de 52.800 millones de rublos (908 millones de dólares). El volumen de las transacciones en euros, por su parte, apenas superó los 41.000 millones de rublos (705 millones de dólares).
También fue el segundo día consecutivo en el que el volumen de negociación de yuanes en la Bolsa de Moscú superó los 50.000 millones de rublos, mientras que en la primera quincena de julio el volumen de negociación de yuanes alcanzó una media de 30.000 millones de rublos (516 millones de dólares) diarios.
Sin embargo, el yuan no logró superar al dólar estadounidense, ya que el volumen de operaciones del billete verde alcanzó los 124.700 millones de rublos (2.100 millones de dólares) el viernes.
El crecimiento del volumen de operaciones en yuanes en la Bolsa de Moscú se debió a las acciones de devaluación de los bancos y a la especulación sobre las intervenciones monetarias, que podrían adoptar la forma de compras de yuanes en el marco de la nuevas normas fiscales rusas.
La norma aún no ha sido aprobada, pero el Banco de Rusia ya ha permitido a los bancos no residentes de países “no amigos” cambiar una moneda extranjera por otra en los mercados de divisas rusos. En consecuencia, el volumen de las transacciones entre el dólar y el yuan en la Bolsa de Moscú marcó un nuevo máximo histórico el jueves, alcanzando los 38.400 millones de rublos.
Las sanciones occidentales contra Rusia también contribuyen al atractivo del yuan. Como consecuencia de las sanciones, se observa que los clientes de los bancos abandonan gradualmente las monedas de los países “no amigos”, principalmente el dólar estadounidense y el euro.
La tendencia es evidente tanto entre las personas físicas como entre empresas, ya que los importadores se ven obligados a realizar sus transacciones en divisas que no están influenciadas por las sanciones.
El interés de los residentes rusos por el yuan es lógico, ya que comprar dólares o euros es actualmente arriesgado y caro.