Las noticias sobre la pérdida de las superficies heladas en las montañas son redundantes en las noticias de hoy y se atribuyen a una causa monocorde: el calentamiento del planeta.
Pero hay una manera distinta de abordar la realidad de la nieve: el turismo de montaña, los hoteles, los viajes… Si la nieve estuviera desapareciendo, habría menos pistas, menores remontes, el turismo se reduciría, los hoteles cerrarían y se dejarían de vender esquíes.
El invierno pasado no ocurrió nada de eso en Estados Unidos. Operaron 487 estaciones de esquí, siete más que en el invierno anterior. Se fundó una nueva pista de esquí en Hoedown Hill, en Colorado.
Las noticias al respecto son muy significativas porque, según la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica, fue “el invierno más cálido jamás registrado”. La conclusión que se puede extraer es que el hielo en los glaciares y las montañas no depende sólo de la temperatura, sino también de la cantidad de nieve que cae.
Pues bien, la semana pasada la Asociación Nacional de Áreas de Esquí (NSAA) aseguró que en Estados Unidos el turismo de esquí disfrutó de su quinta temporada más favorable de la historia, con registros que carecen de precedentes desde que en 1978-79 la Asociación comenzó a registrar las visitas.
Más de 60 millones de turistas visitaron las 487 pistas de esquí en funcionamiento. En esta primavera aún quedan pistas abiertas, así que la cifra aún puede aumentar y, posiblemente, podría superar los 60,5 millones de visitas registradas en 2007-08.
—https://www.aspendailynews.com/news/60-million-visits-roller-coaster-season-of-2023-24-was-5th-best-for-u-s/article_3165f22c-18e1-11ef-8d12-37d2a17134aa.html