El Gran Reajuste es una gigantesca operación de ingeniería social para cambiar el comportamiento de las personas, sus métodos de trabajo, acabar con las grandes oficinas y las reuniones de todo tipo. No van a parar hasta erradicar con cualquier clase de contacto social, sustituyéndolo por videollamadas.
Según Bill Gates, en la “nueva normalidad” los viajes de negocios se reducirán en más del 50 por ciento y desaparecerá más del 30 por ciento de la permanencia en las oficinas (*).
Es un nuevo auge del trabajo a destajo. Las empresas tienen que comenzar a cuestionar los viajes “sólo para hablar”, por lo que es probable que dejen de ser algo común. “Seguiremos yendo a la oficina y seguiremos haciendo viajes de negocios, pero mucho menos”, dijo.
La mayoría de las empresas impondrán criterios muy estrictos para los viajes. No será necesario volar y sentarse físicamente al otro lado de la mesa de reuniones para discutir algo en persona.
Cuando se trata de trabajar desde casa, “algunas empresas serán extremas por un lado o por el otro”, añadió Gates, probablemente refiriéndose a empresas como Twitter, que dijo que en el futuro sus trabajadores trabajarán de manera remota permanentemente y desde cualquier lugar.
Gates reveló un inconveniente de las reuniones virtuales en comparación con las presenciales: la incapacidad de conocer gente nueva. Este año no ha hecho nuevos amigos porque nunca se encuentra con gente al azar. “Se podría hacer más con algunas aplicaciones para permitir encuentros casuales después de los encuentros”, dijo.
Muchas empresas, especialmente de tecnología, están reconsiderando el futuro del trabajo ahora que el confinamiento ha acabado con la mayoría de los viajes y el trabajo de oficina. Twitter no es la única empresa que dice que los trabajadores ya no tienen que ir a la oficina: Slack, Stripe y Facebook dijeron que los trabajadores pueden mudarse de la sede de la empresa, aunque tendrán recortes salariales.
En Microsoft, los trabajadores se trasladarán a un centro de trabajo “híbrido” donde sólo permanecerán la mitad de la semana. Podrán trabajar libremente desde su casa la mitad de jornada laboral y los capataces podrán teletrabajar de forma permanente. Los que opten por el teletrabajo permanente renunciarán a su espacio de oficina asignado.
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