Todos los medios del mundo reprodujeron la falsedad, incluso en titulares, sin ningua clase de comprobaciones porque para ellos dicha agencia es una fuente fiable:
– Rusia asegura haber liquidado al máximo lider del Estado Islámico (El Mundo)
– Rusia anuncia la muerte del líder del Estado Islámico (Diario de Álava)
– Rusia anuncia la muerte de Al Baghdadi, líder de Estado Islámico (BolsaManía)
La enjundia de la noticia estaba en varias circunstancias, tanto en la muerte del yihadista, como en que la información procediera de Rusia, como en la cesión de tan importante galardón mediático a Rusia.
Otro punto extraño: a diferencia de Estados Unidos, los portavoces rusos son extraordinariamente cuidadosos con lo que dicen, precisamente porque todos los medios del mundo están pendientes de un error para proclamarlo a los cuatro vientos, lo que nunca ocurre con la otra parte.
Si alguien se toma la molestia de seguir el recorrido de la noticia, comprobará que surge de la agencia rusa Tass y no dice lo que la Associated Press pretende, sino lo siguiente: el máximo dirigente del Califato Islámico podría haber muerto como consecuencia de un bombardeo ruso y el Ministerio de Defensa trataba de averiguar si era cierto.
Por lo tanto, quien manipula la noticia es la Associated Press y no el Ministerio ruso de Defensa, al que quisieron tender una trampa: si Al-Baghdadi aparecía con vida, quienes quedarían en ridículo, como mentirosos, serían los rusos. Otra mentira más a las muchas que cuentan —los rusos— sobre la Guerra de Siria.
Veamos ahora el recorrido de la trampa. El redactor jefe de CTC Sentinel, el centro de análisis del terrorismo de la cadena CNN, Paul Cruickshank, coautor de un libro al respecto (Agent Storm) y de una de las novelas de espionaje seleccionadas por The Guardian entre las diez mejores del género, escribe lo siguiente en su cuenta de Twitter a las 9:47 del día siguiente a la publicación de la falsa noticia: “Cinco razones por las cuales deberíamos ser profundamente escépticos en cuanto a la declaración rusa sobre Baghdadi”.
El periodista ha pegado el cambiazo a sus lectores desde el principio: en lugar de ser escéptico con la agencia de noticias Associated Press, se muestra escéptico con los rusos.
A las 9:54 este trilero de baja estofa continúa así su relato: “Eso [la noticia] procede de los rusos, a quienes les interesa que les consideren que luchan contra el Califato Islámico, cuando en realidad se concentran sobre otra cosa”.
Aquí está el meollo del fraude: Rusia siempre nos engaña; a pesar de lo que dicen, no ha ido a Siria a luchar contra el yihadismo sino “a otra cosa”; algo nos ocultan, nos quieren egañar… Si no combaten al yihadismo, ¿qué hacen los rusos en Siria?, ¿cuáles son sus verdaderas e inconfesables intenciones?
Otro farsante que se apoya en la manipulación de Associated Press para cargar contra Rusia es Charles Lister, un mercenario que escribe a sueldo de los saudíes y, por lo tanto, de los yihadistas que combaten en la Guerra de Siria. “La declaración rusa sobre Baghdadi necesita una verificación”, dice. “Hay que tomársela con muchas suspicacias”, añade, por “Rusia tiene una larga lista de declaraciones falsas y desinformaciones deliberadas difundidas desde su campaña en Siria”.
Ya ven la habilidad de este plumífero para darle una vuelta de 180 grados al asunto: “La reivindicación rusa es probablemente falsa”, escribe ¡Mucho cuidado con los rusos! Por el contrario, con Associated Press no hay que tomar precauciones; son gente seria, fiable, solvente…
Sigamos con el recorrido de la manipulación: muy poco después, el corresponsal de la Associated Press en Beirut envía la información correcta, aunque la edición de la noticia enlaza con la falsa, es decir, que una va junto a la otra.
A regañadientes la Associated Press descubre su sucio juego, pero en la prensa mundial nadie más rectifica, nadie se traga sus propias palabras, a pesar de que la mentira no procede de un modesto blog, precisamente, cuyo recorrido nunca podrá llegar tan lejos como el despacho de una agencia tan (des)prestigiada como la mencionada. Ese es el verdadero problema de las noticias falsas, las grandes cadenas, los grandes medios, no los blogs o los modestos medios digitales.
http://www.moonofalabama.org/2017/06/when-ap-spreads-fakenews-a-forensic-appraisal.html
En las “Mocedades del Cid” que escribió Guillén de Castro en el siglo XVII, el conde Lozano le pega una bofetada al anciano padre del Cid. Los amigos le sugieren que se disculpe para evitar un duelo a muerte con El Cid. Entonces el conde recita los siguientes versos:
Esta opinión es honrada.
el honrado y principal,
pero si la acierta mal,
defendella, y no enmendalla