El primer ministro belga, Alexander De Croo, advirtió que Europa debe actuar de inmediato para abordar la crisis energética o arriesgarse al cierre económico del que costará recuperarse.
“Unas pocas semanas como esta y la economía europea se detendrá por completo. Recuperarse de eso va a ser mucho más complicado que intervenir en los mercados de gas hoy”, dijo el jueves en una entrevista con la agencia de noticias Bloomberg. “El riesgo de eso es la desindustrialización y el grave riesgo de malestar social”.
De Croo dijo que la Unión Europea debería imponer sin demora un tope de precio amplio al comercio de gas en el bloque si quiere salvar a sus industrias de un cierre.
“Honestamente, no veo otra opción que hacer intervenciones en el mercado”, dijo De Croo. “No tenemos una segunda oportunidad de demostrar como 450 millones de europeos que tomamos las cosas en nuestras manos. Lo que estamos viendo hoy es un drenaje masivo de prosperidad fuera de la Unión Europea”.
De Croo habló en la víspera de una reunión de alto riesgo de 27 ministros de energía de la UE en Bruselas para discutir planes de intervención dura en los mercados energéticos del bloque, que se celebró el viernes pasado. Las medidas que se discutieron incluyen poner un precio tope al gas, la reducción obligatoria del uso de electricidad y un impuesto a los productores de combustibles fósiles para usar los ingresos excedentes para apoyar a los consumidores, pero realmente no se llegó a ninguna conclusión relevante.
El gobierno federal de Bélgica está pidiendo la introducción de topes de precios amplios en los mercados de gas en lugar de sólo en las importaciones rusas “porque Vladimir Putin ya dijo que dejaría de vender gas”.
El tope debería ser temporal y “dinámico”, ofreciendo un margen sobre los precios asiáticos que actualmente son sólo la mitad de lo que pagan los clientes europeos, dijo. Esto dará tiempo para pensar cómo reestructurar el mecanismo de fijación de precios de la electricidad para el futuro, agregó.
Solo hay un problema evidente con esta estrategia: no producirá más energía necesaria y provocará inflación, posiblemente hiperinflación, de modo que los precios de todo lo demás, incluida la comida, se disparará fuera de control. Es como echar gasolina al fuego y esperar que éste se apague, por lo que la amenaza del jefe de gobierno belga hay que tomársela en serio.