El precio del gas sube un 40 por cien en Europa

Una huelga en dos campos australianos de gas podría desestabilizar el mercado asiático y causar problemas de suministro en Europa este invierno.

Desde junio el precio de referencia del gas natural en Europa supera por primera vez los 40 euros. La razón es la huelga convocada por los trabajadores en dos campos de gas natural australianos. Esta situación ha llevado al mercado a temer posibles cortes de suministro.

Como consecuencia de ello, el precio de los contratos se han disparado un 40 por cien. Es el mayor aumento desde marzo del año pasado. Las empresas comercializadoras están preocupadas por una huelga prolongada que podría duplicar los precios del gas licuado en Europa y Asia para enero del año que viene.

Los trabajadores de las instalaciones de Chevron y Woodside Energy (los principales productores de gas licuado) en Australia han votado a favor de la huelga, lo que podría interrumpir las exportaciones de gas. Eso conduciría a un cambio en el mercado mundial de combustibles. Aún no se conoce la fecha exacta y la evolución de la huelga pero los trabajadores podrían dar un preaviso de siete días esta misma semana y cesar su actividad.

Es probable que los compradores asiáticos aumenten sus importaciones de gas licuado para reemplazar los volúmenes australianos en caso de interrupciones, lo que afectaría a Europa. El gas licuado se ha convertido en una fuente básica de abastecimiento en el mercado gasista europeo, por lo que cualquier amenaza a ese flujo hace subir los precios.

La dependencia de Europa de las importaciones de gas licuado y la posibilidad de un corte de suministro de las instalaciones australianas (que representan alrededor del 10 por cien de las exportaciones mundiales) resaltan la vulnerabilidad de Europa ante las fluctuaciones en el suministro mundial de gas.

El año pasado las reservas acumuladas durante el verano permitieron evitar la crisis energética. Pero el espectro regresa a mediados de agosto, cuando se teme que no se pueda mantener un suministro regular durante los meses más fríos del año.

La fuerte caída de la demanda ha sido un factor compensador importante, pero la reducción de las reservas mundiales de gas licuado deja a los países europeos expuestos a la competencia de precios de los cargamentos disponibles en Asia, particularmente frente a una mayor demanda estacional el próximo invierno.

En Europa las existencias de combustible están actualmente llenas al 87 por cien, el nivel más alto registrado para esta época del año. La Unión Europea quiere que estén llenos al 90 por cien para noviembre, y muchos países, como España y Países Bajos, ya han cumplido o superado ese objetivo. Alemania e Italia casi han llegado también. Francia está al 78 por cien debido a problemas de suministro durante las últimas huelgas.

Pero en Alemania ha sonado la alarma. La asociación alemana de operadores de redes de almacenamiento afirma que la escasez persistirá hasta 2027, si no se refuerzan las infraestructuras. La asociación cree que Alemania necesita más plantas de gas licuado, más capacidad de almacenamiento y más gasoductos para garantizar un suministro constante en invierno.

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