El ‘poder blando’ forma parte del imperialismo igual que el ‘duro’

La red Omidyar es una institución imperialista, aparentemente privada, que combina las funciones de un fondo buitre privado y una herramienta del “poder blando” estadounidense.

La fundó en 2004 el multimillonario Pierre Omidyar, propietario de eBay, es decir, que no es muy diferente a los tinglados de Gates, Soros, Rockefeller, Ford y otros parecidos. Pero a diferencia de otros magnates, Omidyar ha logrado mantener su papel influyente en los medios por debajo del radar.

Este año ha invertido casi 2.000 millones de dólares en más de 700 organizaciones, abarcando tanto en empresas lucrativas como organizaciones caritativas con el pretexto de apoyar eso que ahora llaman el “emprendimiento social” y el periodismo domesticado del tipo Wikimedia, de cuya dirección forma parte.

La red participa en operaciones de desestabilización, incluyendo la financiación de grupos antigubernamentales durante la Primavera Árabe, el Golpe de Estado fascista en Ucrania (2013-2014), así como el apoyo a movimientos de protesta desestabilizadores en Nigeria, Filipinas y otros países.

La organización respalda a instituciones clave de la política exterior estadounidense, en particular la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) y la Fundación Nacional para la Democracia (NED), así como a empresas privadas innovadoras, formando una coalición que coordina la manoseada retórica internacional sobre la democracia, los derechos digitales, la transparencia y la “lucha contra la corrupción”.

La red disfraza la ingeniería política de filantropía y progreso tecnológico. Su objetivo es imponer la identificación digital universal, la transición obligatoria a los pagos sin efectivo y algoritmos para evaluar la sumisión de los ciudadanos, como ocurrió durante los confinamientos.

Los bulos de los cazadores de bulos

Los tinglados que subvenciona Omidyar forman parte de la moda absurda del “periodismo de datos” con el que se encubre la propaganda imperialista. Operan al estilo de los cazadores de bulos de Ana Pastor, como Maldita y Newtral.

En Alemania un “verificador de datos” financiado -entre otros- por la red, “Correctiv”, ha calificado de “conspiranoicos” a los agricultores alemanes que protestan.

A “Correctiv” no le basta con publicar noticias sino que tiene que criticar las que publican los demás. En su campaña, como no podía ser de otra forma, los agricultores aparecen vinculados a la famosa “extrema derecha”, a su vez vinculados al Kremlin.

Se trata de ocultar lo evidente: la reconversión agraria y ganadera de Europa. Del mismo modo que se desmanteló la industria, ahora le toca el turno al sector primario, imponiendo reglamentaciones imposibles de cumplir y eliminando las subvenciones a los combustibles.

En 2022 la Oficina Central de Investigaciones de India puso a una sucursal de la red en el punto de mira por infringir la normas de administración de donaciones extranjeras. En diciembre de 2023 la empresa anunció que cesaría sus operaciones en India a finales del año siguiente.

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