El sábado durante la rueda de prensa semanal Netanyahu afirmó que el Corredor de Filadelfia debe estar “en manos de Israel” y cerrado para garantizar la “seguridad”. Naturalmente se refería a la seguridad de Israel, que es la única que les importa.
El Corredor de Filadelfia es una expresión que los “expertos” pronto pondrán de moda. Pero ¿qué es?
El Corredor de Filadelfia, también conocido como la Autopista de Filadelfia, es la línea de 14 kilómetros de largo que separa a Gaza de Egipto. Se estableció como una zona de amortiguamiento controlada y patrullada por el ejército israelí. La dibujó el tratado de paz de 1979 con Egipto que puso fin a la ocupación israelí de la península del Sinaí y reabrió el Canal de Suez.
Su objetivo declarado era evitar que armas y equipo militar “cayeran en manos de los palestinos en la Franja de Gaza ocupada por Israel” e impedir el movimiento de personas entre Egipto y los territorios palestinos.
“El corredor se debe cerrar. Está claro que ningún otro acuerdo garantizaría la desmilitarización que buscamos”, argumentó Netanyahu a finales de diciembre, señalando también que la guerra podría durar muchos meses más.
Un dirigente egipcio calificó los informes de que Egipto había mantenido conversaciones con Israel sobre el Corredor de Filadelfia como completamente falsos. El lunes los medios de comunicación egipcios aseguraron que su gobierno no cooperará con Israel en el Corredor.
La semana pasada Israel pidió a Egipto que fortaleciera aún más las medidas de seguridad e instalara más equipos de vigilancia a lo largo del Corredor de Filadelfia.
En 2005 Israel se retiró de la Franja de Gaza bajo presión internacional y transformó el territorio palestino densamente poblado en el campo de concentración más grande de la historia.
Egipto se ha convertido en el principal responsable del Corredor, que representa el único vínculo con el mundo exterior no controlado por Israel, ya que los sionistas mantienen un bloqueo terrestre, marítimo y aéreo sobre la Franja.
Un acuerdo tras la retirada israelí de la región en 2005 permitió a Egipto desplegar 750 soldados y armas pesadas para patrullar y proteger el lado egipcio del Corredor. La responsabilidad del otro lado quedó en manos de la Autoridad Palestina. Sin embargo, Hamas tomó el control total de la Franja de Gaza dos años después de la retirada israelí y las cosas cambiaron.
A lo largo de los años Egipto ha afirmado haber destruido túneles excavados por los palestinos para introducir armas y personas en la Franja, pero Israel ha cuestionado la eficacia del gobierno egipcio.
Ahora Israel quiere recuperar el control total de la zona fronteriza, que incluye el crucial cruce de Rafah, que se supone debe garantizar su seguridad. Sin embargo, eso equivaldría a una completa reocupación de facto de la Franja de Gaza.
El gobierno israelí ha declarado repetidamente su intención de tomar el control de toda la zona fronteriza entre Gaza y Egipto, lo que indica que su brutal guerra contra Gaza está lejos de terminar.
Tanto Egipto como Hamas se oponen a que Israel recupere el control del Corredor y el presidente egipcio, Al Sisi, ha afirmado repetidamente que El Cairo no permitirá que los palestinos sean desplazados de su tierra hacia Egipto.
Netanyahu quiere tranquilizar a la población israelí, cada vez más descontenta con su gestión de la guerra y su fracaso a la hora de repatriar a decenas de rehenes que aún se encuentran en Gaza. Al mismo tiempo, el primer ministro israelí busca infundir miedo entre los palestinos y crear un nuevo espacio para las negociaciones con Estados Unidos y Egipto.
Egipto no admite que Israel recupere el control del Corredor y establezca una presencia militar allí décadas después de abandonarlo.
Los objetivos de Israel también pueden interpretarse en el contexto de la continua expansión territorial por parte de Israel desde su creación en 1948.
Otro Corredor en la frontera norte
Israel planteó en noviembre pasado a los dirigentes árabes y a Estados Unidos la idea de otra “zona de amortiguamiento” a lo largo de su frontera con el norte de Gaza, que forman parte de sus planes posteriores a la guerra.
El gobierno de Tel Aviv quiere construir el nuevo Corredor dentro de Gaza para impedir un ataque similar al del 7 de octubre.
Sin embargo, el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, dijo que Washington se opone a cualquier reducción de las fronteras geográficas de Gaza.
Estados Unidos también ha dicho que quiere que la Autoridad Palestina se haga cargo de la seguridad en la Franja de Gaza, lo que contradice las aspiraciones de Israel de establecer una presencia directa allí.