Hadiya Yussef, del PKK-PYD |
Yusef ha asegurado que la invasión turca no va a detenerles. El pasado 17 de marzo la conferencia constitucional mantenida en Rumeila, una localidad de la provincia de Hasaka, ya anunció la creación de la “región federal democrática de Rojava” cuya capital establecerán en Qamichli, en la frontera con Turquía.
En Rumeila se reunieron unos 200 delegados para consolidar los órganos de poder en las zonas de las que el Califato Islámico se va retirando, que van bastante más allá de las poblaciones kurdas y que están suponiendo el desalojo de sus tierras de otras poblaciones, especialmente árabes, lo que ya ha provocado protestas en algunas localidades.
Tras la aprobación de la Constitución kurda, añadió Yussef, se celebrarán elecciones locales, a las que seguirán otras regionales, aunque no explicó ni cómo será la ley electoral ni quiénes tendrán derecho de voto.
Rusia se ha expresado en contra de estos planes, que forman parte del proyecto originario de Estados Unidos de fragmentar Siria y, por extensión todo Oriente Medio.
El embajador sirio en Moscú ha añadido que la mayor parte de los kurdos de Rojava se oponen al plan del PKK-PYD. El mes pasado se produjeron importantes enfrentamientos entre el PKK-PYD y otras organizaciones, como el KNC (Kurdish National Council), una sucursal de Barzani, en Qamlishi y Derik, a pesar de que ambas cuentan con el apoyo de los imperialistas.
El enfrentamiento se inició debido a la detención durante 6 horas de uno de los dirigentes del KNC por miembros de Asayish, una milicia que forma parte de YPG.
Los enfrentamientos internos, incluso armados, entre distintos movimientos kurdos son una constante. Recientemente el periodista kurdo Widat Hussein Alí de RojNews apareció torturado y muerto en una guerra interna entre miembros de YPD en el Kurdistán irakí.