El ejército de Estados Unidos empleará a otros 3.000 informáticos especialistas en el campo de la seguridad militar para fortalecer su base de cibercomando durante los próximos 9 meses.
Para reforzar su poder informático, el Pentágono busca atraer a los piratas a su base de mando cibernético. Esta base fue creada hace cinco años para concentrar las operaciones en el espacio virtual, fortalecer la capacidad defensiva y también como establecimiento de los poderes militares y experiencias cibernéticas en Estados Unidos.
Uno de los objetivos de este centro es hacer frente a los ataques de los enemigos de Estados Unidos, velar por sus intereses y el de sus aliados. Han obtenido unos 509 millones de dólares para financiar su presupuesto anual.
En 2011 el Secretario de la Defensa, Robert Gates, reestructuró la intervención militar en internet, encomendándosela al Mando Estratégico Conjunto, que controla al mismo tiempo la fuerza de ataque nuclear, las tareas de piratería y la ciberguerra. A partir de entonces el Mando Estratégico es el responsable de las operaciones de intoxicación, propaganda y manipulación de la información, mientras que el Mando de Operaciones Especiales se encarga de la recuperación de las informaciones útiles y necesarias para las operaciones secretas.
La reorganización de las tareas no impedió a los comandantes regionales dotarse de sus propios servicios de intervención sobre internet. El Mando Central, responsable de la zona de Oriente Medio adquirió a Ntrepid un nuevo programa informático especial para sus operaciones por 2,7 millones de dólares. Ese material permite a los militares capturar identidades falsas en las redes sociales, mantenerlas de manera coherente y llevar a cabo cualquier tipo de operación de infiltración, espionaje, manipulación e intoxicación sin que sea posible advertir la usurpación.
Ntrepid es el fabricante del célebre programa Anonymiser, por lo que esta empresa está entregando los nombres y datos privados de sus clientes al Pentágono.