Sin ningún género de dudas, Rusia bloqueará la decisión del Consejo de Seguridad si el control de la frontera se entrega a esas “tropas de la paz”, lo que no es otra cosa que un bloqueo del Donbás que conducirá a que el ejército ucraniano invada las dos repúblicas de Lugansk y Donetsk y provoque una matanza a gran escala.
El Kremlin se ha reafirmado en su apoyo a los acuerdos firmados en Minsk.
Volker aseguró también que Estados Unidos quiere suministrar armas al gobierno de Kiev, lo que es otra provocación más que descarada. Putin ha dejado bien claro en repetidas ocasiones que esa es una linea roja que dará lugar a una respuesta por parte de Moscú.
¿Qué tipo respuesta? Una de ellas es que el gobierno ruso entregue pasaportes de forma masiva a la población de ambas repúblicas, lo que otorga al ejército ruso el derecho a utilizar la fuerza para proteger a sus ciudadanos en el Donbás.
La otra es el reconocimiento diplomático de las repúblicas, una medida que cada vez es más invocada en los altos funcionarios y medios rusos. Dicha medida iría vinculada a la renuncia definitiva a los Acuerdos de Minsk y se podría aprobar este mismo otoño.
Si Estados Unidos entrega armamento a Kiev, Rusia hará lo propio con las milicias del Donbás.
Hasta la fecha, Estados Unidos ha vendido armamento “defensivo” al gobierno de Ucrania y el Congreso presiona a Trump para que no lo hata con armas “letales”.
En realidad, en los últimos días de su gobierno, Obama firmó un contrato con la empresa AirTronic para que suministrara armamento al ejército ucraniano. Bajo cuerda las entregas de armas comenzaron entonces. Hace algunas semanas llegaron 100 lanzagranadas antitanque PSRL-1 a manos de la Guardia Nacional y del Batallón nazi Azov.