Como ya informamos, Estados Unidos acusó la semana pasada a los rebeldes hutis de lanzar dos misiles contra el destructor Mason de la Marina de Guerra en las proximidades del estrecho de Bab El-Mandeb, a la entrada del Mar Rojo, una acusación que los hutis han negado.
Inmediatamente, el destructor Nitze lanzó cinco misiles crucero BGM-109 Tomahawk con la intención de destruir tres bases de radar de las fuerzas hutis.
El lunes se produjo un tercer ataque por parte de los hutis, que aún no ha sido confirmado, lo que ha desatado la lengua del general Joseph Votel, del mando del Centcom en Asia central y Oriente Medio, implicando directamente a Irán en los ataques hutis.
Sin embargo, la intervención ayer de Votel en el Center for American Progress de Washington fue balbuceante. No aclaró qué tipo de misiles habían lanzado los hutis contra los destructores americanos, pero “sospecha” que podían haber sido suministrados por los iraníes, a pesar de que los hutis no son los únicos que poseen armamento iraní.
Antes de tomar medidas, dijo Votel, había que estudiar mejor el ataque y se da por sentado que dichas medidas serán dirigidas contra Irán, donde Bahram Ghasemi, el portavoz del Ministerio iraní de Asuntos Exteriores, le ha calificado como mentiroso y paranoico.
Por supuesto, Ghasemi ha puesto la pelota en el tejado de Estados Unidos, recordando el apoyo que presta a Arabia saudí, cuyos bombardeos indiscriminados están causando miles de víctimas entre la población civil. Según Ghasemi, ante el fracaso de su intervención militar en Yemen, los saudíes se han lazado por la vía de la provocación y la internacionalización para tratar de invalucrar a Estados Unidos en la agresión de una manera directa. Sus palabras no pudieron ser más claras:
“Que lo sepa Estados Unidos: el Mar Rojo y la región en la que está Yemen revisten una importancia estratégica y el mantenimiento allá de la estabilidad es un principio. Aconsejo, pues, encarecidamente a los dirigentes americanos que sigan con realismo y de manera muy precisa los acontecimintos y que presten atención a las trampas que otros les tienden y que no olviden de extraer la lección de las experienciaas de los tres últimos decenios en Irak, en Siria y en otros países”.
Que Estados Unidos se enrede en otro conflicto, como el de la guerra de Yemen, “es algo muy peligroso, tanto para la región como para el mundo”, concluyó Ghasemi.