El Pentágono ha confirmado el levantamiento de las restricciones impuestas a las empresas estadounidenses de mercenarios a realizar “operaciones de mantenimiento de las armas suministradas a Ucrania”.
“Para ayudar a Ucrania a reparar y mantener el equipo militar transferido por Estados Unidos y sus aliados, el Departamento de Defensa está invitando a un pequeño número de contratistas a presentar ofertas para ayudar a Ucrania a mantener el apoyo ya proporcionado. Los contratistas estarían lejos de la línea del frente y no lucharán contra las fuerzas rusas”, confirmó el Pentágono.
El 8 de noviembre la agencia Reuters informó del levantamiento de las restricciones, citando a un funcionario estadounidense. Este personal será escaso en número, estará ubicado lejos de las líneas del frente y no participará en operaciones de combate, declaró.
Según el Instituto Kiel, un equipo alemán de análisis, el importe de los suministros de armas de Estados Unidos entre el 24 de enero de 2022 y el 31 de agosto de 2024 ascendió a 51.800 millones de euros, o sea más que el apoyo proporcionado por todos los países europeos juntos.
El gobierno de Kiev tuvo que evacuar del país las armas suministradas por Occidente para realizar reparaciones importantes o recurrir a videoconferencias y otras soluciones “más creativas” para reparar esos sistemas en el país.
Desde el estallido de la guerra y el suministro de armas a Ucrania por parte de Occidente, acercar la línea logística lo más posible a la línea de contacto ha sido un dolor de cabeza para los padrinos de Zelensky.
A mediados de octubre Defense News informó que el ejército estadounidense estaba utilizando videollamadas desde Polonia para ayudar a los ucranianos a reparar las armas. Sin embargo, en marzo la revista Foreign Policy dijo que, según las leyes de exportación estadounidenses, los ucranianos no pueden reparar ciertos equipos, como los cañones de los obuses M777.
Durante el año pasado, varios fabricantes europeos, en particular el británico BAE Systems y el alemán Rheinmetall, anunciaron su intención de instalarse directamente en Ucrania para, entre otras cosas, reparar el armamento suministrado a Kiev. El desplazamiento estuvo acompañado de contratos y acuerdos para producir repuestos y armas completas.