Según la Defensoría del Pueblo de Colombia, existen 27 departamentos en el país con presencia de grupos armados ilegales que son sucesores del paramilitarismo.
Las organizaciones que defienden los derechos humanos también han denunciado que los paramilitares han ocupado áreas del territorio donde anteriormente operaban las FARC.
Las raíces históricas del paramilitarismo se remontan a mediados de los años sesenta. Su objetivo es político: impedir cualquier brote que tenga como objetivo la realización de un cambio sociopolítico en el país.
Los militares crearon los primeros ejércitos privados en Colombia como una manera eficaz de combatir el comunismo y el movimiento obrero y campesino.
Fueron entrenados por Estados Unidos y a lo largo de estos años han asesinado a unas 220.000 personas.
La versión apoyada por el Estado para identificar a estos grupos armados solo como Bandas de Crimen Organizado está lejos de la realidad y oculta las profundas dimensiones del paramilitarismo.
El Centro Nacional de Memoria Histórica sostiene que las estructuras armadas actuales responden a organizaciones neoparamilitares con un vínculo directo con las estructuras antes de la desmovilización de las AUC en 2006.
Silvia Becerra, autora del libro “Organizaciones sucesoras del paramilitarismo”, afirma que este fenómeno se ha reproducido en Colombia por un marco legal que lo ha favorecido, desde el decreto 3398 de 1965 que autoriza a los militares a entregar armas a los civiles.
Otro libro que desentraña la más reciente oleada de paramilitarismo en Colombia es “Guerras recicladas”, escrito por la periodista María Teresa Ronderos.
Los grupos paramilitares se han financiado, como la mayor parte de la reacción y la contrarrevolución modernas, del narcotráfrico. Alguos de esus dirigentes fueron extraditdos a Estados Unidos no por los crímenes cometidos sino acusados de tráfico de drogas.
Tras disolver las AUC, uno de sus dirigentes, Daniel Rendón Herrera, alias “Don Mario”, creó el grupo criminal Águilas Negras Héroes de Castaño, además de las llamadas Autodefensas Gaitanistas de Colombia, también conocidas como Clan del Golfo, el mayor grupo de narcotráfico que opera en estos momentos en Colombia.