El año pasado Bloomberg señaló que las reservas de litio de Bolivia convierten al país en un lugar estratégico en la economía mundial para la próxima década. Se espera que la demanda de litio se duplique con creces para 2025. El mineral se extrae principalmente en Australia, Chile y Argentina, pero Bolivia tiene 9 millones de toneladas de litio que no han sido explotadas comercialmente.
Un colaborador del Washington Monthly, David Atkins, escribió: “El litio en Bolivia pertenece al pueblo boliviano. No es propiedad de empresas multinacionales. El golpe militar del domingo en Bolivia estableció un gobierno que debía cambiar la decisión tomada por el dimitido presidente Evo Morales, quien había cancelado un acuerdo estratégico con una empresa alemana para explotar los yacimientos de litio en el país latinoamericano, permitiendo la fabricación de baterías como las que se utilizan en los coches eléctricos” (1).
El analista de inversiones, Argus, señaló que la producción de gas y petróleo de las empresas extranjeras en Bolivia había permanecido estable. El gobierno de Evo Morales anunció entonces que estaba “decidido a industrializar Bolivia e invertir enormes sumas de dinero para asegurar que el litio que se usa en las baterías sea procesado en el país para su exportación, con el único fin de servir a los intereses generales en forma de valor agregado”.
Evo Morales tenía un acuerdo firmado en diciembre del año pasado con la multinacional alemana Acisa (ACI Systems Alemania) para explotar la materia prima, pero el 4 de noviembre lo canceló después de varias semanas de manifestaciones de los trabajadores de la región de Potosí donde se debían explotar las minas. La región de Potosí tiene entre el 50 por ciento y el 70 por ciento de las reservas mundiales de litio y esas reservas se encuentran en el Salar de Uyuni.
La cancelación del acuerdo abrió las puertas a una renegociación en términos que debían generar más ganancias para los pueblos de la región o a la nacionalización total de la industria minera del litio en Bolivia.
El litio es la materia prima de las baterías, como las que se usan en los vehículos eléctricos. Entre los clientes de la empresa alemana Acisa se encuentra el grupo Tesla de Elon Musk que fabrica ese tipo de vehículos. Las acciones de Tesla subieron al día siguiente del Golpe de Estado.
Las oportunidades mundiales en la producción de baterías de litio están aumentando para satisfacer la creciente demanda de la fabricación de vehículos eléctricos. La industria alemana está reorientando su producción de automóviles hacia vehículos eléctricos que funcionan con las baterías de litio de Acisa. Elon Musk dijo el miércoles pasado en el aeropuerto internacional Berlín que iba a abrir una fábrica que emplearía a 8.000 personas para fabricar coches eléctricos (2). El gobierno alemán sigue celebrando esa decisión con gran pompa porque debería consolidar a Alemania como cabeza en la producción de vehículos de nueva generación.
El impacto en el sector del litio y su explotación aún no se conoce después del Golpe de Estado, indica Stratfor, la empresa de inteligencia de la CIA. A largo plazo la incertidumbre política hará más difícil para Bolivia aumentar su producción de metales estratégicos, como el litio, o desarrollar un sector de valor agregado en el mercado de baterías.
(1) https://twitter.com/DavidOAtkins/status/1193970669286899712
(2) https://www.arcor.de/article/US-Elektroautobauer-Elon-Musk-Tesla-baut-europaeische-Fabrik-bei-Berlin/hub01-home-news-wirtschaft/8846698-Elon-Musk-Tesla-baut-europaeische-Fabrik-bei-Berlin/hub01-home-news-wirtschaft/8846698
No fue golpe fue fraude… un dictador que quiete eternizarse en el poder.